lunes, 30 de mayo de 2011

La Sirenita de Copenhagen

Yo creo que todos habréis oído hablar alguna vez de la Sirenita de Copenhagen y puede que muchos de vosotros ya la hayáis podido ver alguna vez. Esta estatua es seguramente una de las más famosas de la tierra y todo gracias a la cantidad de turistas que van a verla cada año.
Esta fama no la ha conseguido en dos días y es que, la Sirenita, fue colocada en la Bahía del Puerto de Copenhagen, más concretamente en el parque Langelinie, en el año 1913 y desde entonces solamente se ha cambiado su ubicación una vez. El motivo del traslado fue la celebración de la Expo 2010 en la ciudad China de Shangai donde se la llevaron los 6 meses que duraba la exposición con las rocas de la base y todo.

La Sirenita fue un encargo que el empresario Carl Jacobsen le hizo al escultor Edvard Eriksen para regalársela al pueblo de Copenhagen. La idea de que fuese una sirena vino gracias al mito transmitido de generación en generación en esta región de Europa. Es curioso también que el artista no consiguiese que la modelo que había propuesto el cliente, la bailarina principal del Ballet Real Ellen Price, no quisiese posar desnuda teniendo que hacer el esfuerzo de pedírselo a su mujer a la cual no le debió de sentar del todo bien ya que el rostro si que sería el de la bailarina.

Este mito o leyenda antes mencionado, cuenta que en el mar Báltico los hombres se sentían atraídos por los cantos de las sirenas y que en Copenhagen, un simple pescador de la ciudad, se vio embrujado por los cantos de esta sirena. La sirena, que también tenía sentimientos, se enamoró perdidamente de un príncipe y decidió renunciar a su inmortalidad con tal de poder ser una más y así poder conquistarlo.
A todo el mundo le suena esta historia y es porque el escritor Hans Christian Andersen escribió en 1837 el cuento de La Sirenita que más tarde fue llevado al cine por Disney.
Una práctica de los marineros de la zona, según se cuenta, es ir a visitar a la Sirena para hacer un pequeño examen de conciencia sobre las infidelidades que han podido cometer en sus viajes.

Si vas a pasar a visitar esta estatua, vas a saber su ubicación exacta en la bahía gracias a la cantidad de gente haciéndole fotos que suele tener alrededor. Para acceder a ella hay que bajar por unas rocas que forman como un improvisado anfiteatro en el que todo el mundo se sienta a descansar un rato y observar la estatua.
Mi primera impresión al ver la Sirena fue de decepción y de no entender muy bien por qué una estatua así se ha podido convertir en el símbolo de una ciudad. Es bastante pequeña y lo parece aún más al estar junto a la inmensidad de la bahía. Está construida en bronce, mide 1,25 metros y pesa 175 kilogramos.

Pero la vida de la Sirena no ha sido del todo cómoda y pacífica ya que ha sido un foco continuo de actos vandálicos por manos de distintos grupos con distintas ideologías. Esto no es del todo cierto ya que en la mayor parte de ellos no se ha sabido quién o quienes los realizaban pero se intuye por el acto en sí.
Para que os hagáis una idea de lo que ha tenido que soportar la Sirena de Copenhagen os nombraré unos cuantos. Ha sido decapitada en dos ocasiones y porque hubo otra que no lo consiguieron, la han separado del pedestal se cree que con dinamita, la han arrancado un brazo, la han cubierto infinidad de veces con pintura, la han vestido tanto con burka como con un vestido musulmán y la han llegado a colocar un consolador en la mano se cree que por el día de la mujer.
Menos mal que se guarda un molde de cada parte del cuerpo de la Sirena y cuando algo de esto sucede se puede solucionar.

jueves, 26 de mayo de 2011

Vasa Museet

El Vasa Museet puede que sea uno de los museos más curiosos a los que he podido asistir en mi vida. Por el nombre no sabréis muchos cual puede ser la temática del mismo, pues bien, aquí estoy yo para contaros un poco lo que yo aprendí en este museo situado en la ciudad sueca de Estocolmo.
Hoy en día todos hemos oído hablar de la saga "Piratas del Caribe", pero muy pocos hemos podido contemplar un barco real como los que aparecen en dichas películas. Si visitáis Estocolmo y os acercáis hasta el Vasa Museet podréis contemplar un barco del siglo XVII prácticamente completo y con el que os haréis una imagen perfecta de cómo eran los barcos de guerra de esa época.


El Vasa, entrando un poco en la historia del barco, se construyó a lo largo de dos años en los que carpinteros, herreros, escultores, fabricantes de velas, y un sin fin de profesionales más estuvieron trabajando desde el amanecer hasta el anochecer para que el barco lo pudiese utilizar la marina sueca cuanto antes.
En esta época (hablamos de los años 1626 - 1627) el astillero donde se construía el barco era uno de los lugares donde más empleo había y al que llegaban materias primas de casi todo el norte de Europa.
Pero este barco no tuvo una historia muy feliz que se diga y hasta cierto punto puede parecer, desde la distancia en siglos, un poco cómica.
El 10 de Agosto de 1628, el Vasa estaba preparado para partir y el puerto de Estocolmo lleno de gente expectante por ver como zarpaba el gigantesco barco. Llevaba toda la munición cargada, la tripulación con la familia (sólo se les permitía esto en la primera parte del viaje a través del archipiélago) y los víveres, pero no llegarían muy lejos.
Una vez que el barco salió del abrigo de los acantilados empezó a hundirse, supuestamente por la cantidad de peso que llevaba en su interior, y comenzó a entrarle agua hasta que se hundió. Si, así de triste, a tan solo 1300 m de las costas de Estocolmo el barco se hundió. La buena noticia fue que la mayor parte de la tripulación consiguió escapar y salvar la vida aunque se calcula que unas 30 personas perdieron la vida en esta corta travesía.
333 años después, el Vasa volvió a ver la luz gracias al esfuerzo de unos cuantos historiadores que no querían que esta parte de la historia de Suecia se perdiese en el fondo del mar.


Bueno pues ahora que ya sabemos un poco sobre la historia del barco, contaros algo acerca del museo el cual nos ofrece mucho más. Consta de 6 plantas por las que nos podemos ir encontrando con partes de la historia del barco, desde objetos que iban a bordo el día del hundimiento, a los esqueletos de los navegantes, pasando por los métodos que emplearon en el salvamento de la munición en el siglo XVII y más tarde del barco a mediados del siglo XX.
Respecto a lo de los tripulantes fallecidos a bordo, decir que gracias a los esqueletos localizadosy que están expuestos en el museo, han conseguido hacer como reconstrucciones del busto de algunos de ellos y dan un poco de grima pero es curioso mirar a los navegantes de esa época a la cara.
También deciros que la luz en el interior del museo es muy tenue, al parecer es para el mantenimiento de la madera del barco, pero es un fastidio para las personas que no lleven una cámara un poco en condiciones.

Algunos de los entretenimientos que llevaban a bordo

Y para terminar, daros los datos de interés. El museo se encuentra en la isla de Djurgården y el edificio lo vais a reconocer ya que tiene una reconstrucción de los mástiles en una de las fachadas exteriores.
Estocolmo es una ciudad que la visitaréis a pie pero si no es así, disponéis de varios medios de transporte para llegar hasta él. El tranvía número 7 y los autobuses 44, 69 y 76 os dejarán a escasos metros de distancia.
Los horarios de apertura varían dependiendo la época del año. Del 1 de Septiembre al 31 de Mayo, el museo permanecerá abierto de 10 de la mañana a 5 de la tarde todos los días de la semana excepto los miércoles que cierra a las 8 de la tarde.
Del 1 de Junio al 31 de Agosto el museo abre todos los días de 8.30 de la mañana a las 6 de la tarde.
El precio de la entrada de adulto es de 110 SEK, la de estudiantes de 80 SEK y los menores de 18 años pasarán gratis.


lunes, 9 de mayo de 2011

Minas de Sal de Wieliczka

Las Minas de Sal de Wieliczka, como su nombre ya indica, están situadas en la localidad polaca de Wieliczka, a escasos 15 km de Cracovia. Es fácil llegar a ellas por libre según tengo entendido, y seguro que sale muy barato teniendo en cuenta que hablamos de Polonia, pero nosotros en nuestro viaje, al igual que con la visita al campo de concentración de Auschwitz, decidimos contratar una excursión ya organizada con la empresa Cracow City Tours la cual no nos pareció muy cara y bastante bien organizada. Estas excursiones salen desde la Plaza Matejki 2 y viene costando unos 110 PLN incluyendo el transporte hasta la puerta de las Minas, la entrada a ellas y un guía en español.
Los horarios de la visita en castellano, que es la que le interesa a prácticamente todos los lectores de este blog (lo siento por los demás), son: de Enero a Mayo, todos los Martes, Jueves y Sábados a las 3.30 pm. De Junio a Agosto, todos los días a las 3.30 pm. Y para terminar, de Septiembre a Diciembre, de nuevo todos los Martes, Jueves y Sábados a las 3.30 pm.

Estas minas se empezaron a explotar en el siglo XIII y han seguido haciéndolo hasta nuestros días aunque ya no se extrae sal de ellas porque consiguen más rentabilidad explotándolas a base de visitas guiadas para turistas. Lo bueno de todo esto es que ya no se pone en peligro la vida de ningún minero y lo malo es que seguramente la mina dio trabajo a muchas familias de la zona y ahora con las visitas no se necesita tanta gente.
Las Minas de Sal de Wieliczka alcanzan una profundidad de 327 m divididos en 9 niveles y se extienden a lo largo de 300 km de galerías. Entre esas galerías podemos encontrar alrededor de 3000 cámaras, lagos subterráneos y capillas. En la visita, sólo se recorren aproximadamente unos 3,5 kilómetros de galerías visitando algo más de 20 cámaras entre ellas la gran capilla dedicada a Santa Kinga de la que hablaré a continuación un poco más.
Lo bueno de contratar una visita guiada, sin la cual no se puede acceder a la mina, es que te van explicando toda la historia de la mina y de cómo trabajaban los mineros para extraer la sal (algo de lo que yo no sabía nada y que me pareció muy interesante).

Una de las muchas esculturas creadas por los mineros que os encontraréis durante la visita

Lo más sorprendente de toda la visita es el momento en el que llegas a la Capilla de Santa Kinga. A ella se accede por la zona contraria al altar, es decir, por la zona que ocuparía el coro en una iglesia. La visión de la capilla desde este lugar es increíble, con todas las estatuas y relieves de las paredes hechos con la roca de sal y con las 5 lámparas de araña elaboradas con cristales de sal que dan una luz tenue que hacen que el sitio sea más mágico si cabe.
En esta cámara, bueno como en toda la mina, tanto los suelos como las paredes son roca de sal. La guía que llevábamos nos decía que si no la creíamos siempre podíamos chuparlos para comprobarlo.
En la capilla destacan las esculturas de Santa Kinga, situada detrás del altar mayor, el crucifijo, la escultura del Papa Juan Pablo II y el relieve de la última cena. Pero os puedo asegurar que no es lo único que destacaría ya que es todo increíble.
Lo mejor de todo es que fueron los propios mineros los que esculpían la roca para crear las estatuas que se van encontrando a lo largo de toda la visita.

Capilla de Santa Kinga

Si sois como prácticamente todos los turistas, es decir, siempre lleváis la cámara encima, tenéis que saber que como la mina es tan oscura las fotos hechas con una cámara compacta no salen del todo bien, pero bueno, para tener un recuerdo del sitio vale.
Otra cosa a tener en cuenta respecto a las fotos es que os van a cobrar algo para que podáis echarlas pero ahora mismo no recuerdo cuanto era.
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