Viendo que la entrada del Jägermeister ha tenido tanto éxito estando siempre situada entre las más leidas de la semana, hoy me voy a dedicar a escribir sobre otra bebida típica, el Żubrówka.
Esta bebida es un tipo de vodka que proviene de una ciudad del noreste de Polonia llamada Białystok. Es un vodka que se distingue principalmente de los demás porque está aromatizado por hierbas que crecen en el Bosque de Białowieża. Estas hierbas son conocidas como las hierbas del bisonte ya que son pasto habitual de este animal europeo. El nombre científico de esta hierba es Hierochloe odorata. Mirar si es importante la aromatización con estas hierbas que la palabra Żubrówka significa literalmente la hierba del bisonte.
En cada botella de esta marca de vodka podemos encontrar una hoja de esta hierba que hace que el Żubrówka en vez de tener la típica transparencia de este tipo de bebida, tenga un color amarillento que lo distingue de los demás.
La fórmula utilizada para la fabricación de este vodka data del siglo XVI y la destilación de esta bebida se realiza a partir de centeno. Como la mayoría de las bebidas llamadas fuertes, tiene una graduación alcóholica del 40 % por lo que tener cuidado a la hora de consumirlo que la borrachera que os podeis coger es fina.
Esta marca de vodka está ahora en manos de la compañía Polmos Białystok que también elabora otros tipos de vozka. Sus métodos de producción han sido copiados por empresas de otros países que también han copiado, o intentado copiar, la fórmula a partir de la hierba del bisonte.
La forma más habitual de consumir este vodka, a parte de solo cosa que a mi me resulta imposible, es muy frío y mezclado con zumo de manzana. Esta mezcla se conoce en Polonia como tatanka o szarlotka.
En la historia del Żubrówka no todo es color de rosa. Debido a un compuesto tóxico llamado coumarin que está presente en algunas hierbas como la del bisonte, la Administración de Alimentación de Estados Unidos llegó a prohibir esta bebida en su territorio en 1978. Los polacos, con la intención de poder volver a introducir este producto en un país en el que la demanda puede ser muy elevada y para que en otros países no les pasase lo mismo, neutralizaron esta toxina y consiguieron volver a introducir el Żubrówka en los Estados Unidos en el año 2007.
martes, 30 de noviembre de 2010
lunes, 29 de noviembre de 2010
Memorial del Holocausto
Berlín es una ciudad con una historia bélica bastante importante por lo que la construcción de memoriales en recuerdo de víctimas y echos históricos es algo que al visitante le llama la atención en cuanto se pone a informarse un poco sobre la ciudad.
Lo ideal sería que no hubiese que construir nunca este tipo de monumentos. Pero debido a las circunstancias que se van dando a lo largo de la historia, si queremos tener un recuerdo permanente sobre los hechos para concienciar a la gente y que no se vuelvan a repetir, no queda otra opción que la creación de memoriales en lugares visibles a la población.
El primero de unos cuantos que os voy a ir contando en este blog es el Memorial del Holocausto o también conocido como Monumento a los Judíos asesinados en Europa. Fue inaugurado en 2005 (60 años después de la liberación de los campos de concentración), pero el proyecto para la creación de dicho memorial llevaba en la mente del gobierno alemán desde 1988.
Este monumento diseñado por Peter Einsenman, está compuesto por 2711 estelas de hormigón que, sinceramente, a mi me recordaron a un cementerio pero sin muros que lo encierren. Las estelas tienen unas dimensiones de 2,38 x 0,95 metros en la base y varían en altura entre los 0,2 metros y los 4,8 metros.
La base en la que están colocadas las estelas es ondulante y la altura de las mismas varía mucho por lo que en un momento dado estás por encima de todo, viendo el monumento en su totalidad, y al rato estás sumergido en lo más profundo del memorial con las estelas que te sacan más de 2 metros y viendo simplemente la salida al fondo.
Es un monumento creado para que el ciudadano de a pie pueda perderse en él por uno de sus múltiples pasillos llegando a crear en el visitante sensaciones de aislamiento y alineación.
El aislamiento lo vives de forma muy clara ya que al meterter por alguno de sus pasillos e ir recorriendo sus casi 20.000 metros cuadrados puede que no llegues a cruzarte con nadie y por otro lado la sensación de alineación viene dada por una parte por la forma en la que están situados los bloques de hormigón y por otra porque al ser los pasillos tan estrechos, impiden que dos personas puedan recorrer el memorial juntos obligándoles así a ir uno detrás del otro.
Por el aspecto que presenta el monumento, se pensó que podía ser un blanco fácil de pintadas por parte de los neonazis por lo que cada bloque está recubierto por un producto especial que hace que la limpieza de las pintadas sea muy sencilla. A mi me contaron, no sé si será verdad, que este producto lo inventó la misma empresa que se sacó de la chistera el Zyklon B (gas utilizado en las cámaras de gas para llevar a cabo las matanzas durante la Segunda Guerra Mundial) y que debido a las quejas de los ciudadanos, la empresa no se atrevió a cobrar el producto y lo regaló por el bien común (¿suena muy cínico no?). No sé si esto será una leyenda urbana más o si será real. Si alguien puede sacarnos de dudas lo agradecería mucho.
En la parte subterránea del monumento encontramos una especie de museo que contiene información sobre las víctimas judías, pero aquí no entré porque cuando estuve visitando el memorial no sabía que existía esta zona.
El memorial se puede visitar tanto de día como de noche, excepto la zona subterránea, ya que se encuentra situado en un espacio público y para que os sea más fácil encontrarlo en Berlín, deciros que os lo encontrareis si vais andando desde la Puerta de Brandenburgo a Potsdamer Platz.
Lo ideal sería que no hubiese que construir nunca este tipo de monumentos. Pero debido a las circunstancias que se van dando a lo largo de la historia, si queremos tener un recuerdo permanente sobre los hechos para concienciar a la gente y que no se vuelvan a repetir, no queda otra opción que la creación de memoriales en lugares visibles a la población.
El primero de unos cuantos que os voy a ir contando en este blog es el Memorial del Holocausto o también conocido como Monumento a los Judíos asesinados en Europa. Fue inaugurado en 2005 (60 años después de la liberación de los campos de concentración), pero el proyecto para la creación de dicho memorial llevaba en la mente del gobierno alemán desde 1988.
Este monumento diseñado por Peter Einsenman, está compuesto por 2711 estelas de hormigón que, sinceramente, a mi me recordaron a un cementerio pero sin muros que lo encierren. Las estelas tienen unas dimensiones de 2,38 x 0,95 metros en la base y varían en altura entre los 0,2 metros y los 4,8 metros.
La base en la que están colocadas las estelas es ondulante y la altura de las mismas varía mucho por lo que en un momento dado estás por encima de todo, viendo el monumento en su totalidad, y al rato estás sumergido en lo más profundo del memorial con las estelas que te sacan más de 2 metros y viendo simplemente la salida al fondo.
Es un monumento creado para que el ciudadano de a pie pueda perderse en él por uno de sus múltiples pasillos llegando a crear en el visitante sensaciones de aislamiento y alineación.
El aislamiento lo vives de forma muy clara ya que al meterter por alguno de sus pasillos e ir recorriendo sus casi 20.000 metros cuadrados puede que no llegues a cruzarte con nadie y por otro lado la sensación de alineación viene dada por una parte por la forma en la que están situados los bloques de hormigón y por otra porque al ser los pasillos tan estrechos, impiden que dos personas puedan recorrer el memorial juntos obligándoles así a ir uno detrás del otro.
Por el aspecto que presenta el monumento, se pensó que podía ser un blanco fácil de pintadas por parte de los neonazis por lo que cada bloque está recubierto por un producto especial que hace que la limpieza de las pintadas sea muy sencilla. A mi me contaron, no sé si será verdad, que este producto lo inventó la misma empresa que se sacó de la chistera el Zyklon B (gas utilizado en las cámaras de gas para llevar a cabo las matanzas durante la Segunda Guerra Mundial) y que debido a las quejas de los ciudadanos, la empresa no se atrevió a cobrar el producto y lo regaló por el bien común (¿suena muy cínico no?). No sé si esto será una leyenda urbana más o si será real. Si alguien puede sacarnos de dudas lo agradecería mucho.
En la parte subterránea del monumento encontramos una especie de museo que contiene información sobre las víctimas judías, pero aquí no entré porque cuando estuve visitando el memorial no sabía que existía esta zona.
El memorial se puede visitar tanto de día como de noche, excepto la zona subterránea, ya que se encuentra situado en un espacio público y para que os sea más fácil encontrarlo en Berlín, deciros que os lo encontrareis si vais andando desde la Puerta de Brandenburgo a Potsdamer Platz.
Memorial del Holocausto
Uno de los pasillos en la zona con las estelas más altas
Vista aérea de la zona que ocupa el memorial
domingo, 28 de noviembre de 2010
Puente de Carlos IV
El Puente de Carlos IV está situado en Praga cruzando el río Moldava. Es el puente más antiguo de la ciudad ya que su construcción comenzó en el año 1357 dándose por concluido a principios del siglo XV. Aunque esto no es exacto del todo ya que las 30 estatuas que en él nos encontramos fueron construidas y ubicadas a finales del siglo XVII para que la población regresara al catolicismo. Por este motivo son todas de temas religiosos y pertenecen al estilo barroco. Las estatuas que hoy nos encontramos son unas reproducciones de las originales ya que éstas, para conservarlas, se encuentran en museos de la ciudad.
Como la construcción del puente se alargó tanto en el tiempo, el dinero necerasio para terminarlo se fue acabando y para conseguir más decidieron cobrar un peaje a la gente que pasase por él.
El puente comunica la Ciudad Vieja con el barrio de Malá Strana. Tiene una longitud de algo más de 500 metros y un ancho de casi 10 metros, gracias a este ancho podían pasar 4 carruajes a la vez, que sería como decir en un puente nuevo que tiene cuatro carriles. El puente se encuentra apoyado en 16 arcos y una de sus curiosidades son las torres que encontramos en sus extremos.
En el lado de la Ciudad Vieja hay una que es una pasada, es de estilo gótico. Llaman la atención las estatuas blancas que tiene colocadas en la fachada que resaltan bastante sobre la piedra practicamente negra. Por el lado de Malá Strana hay dos torres, una de ellas pertenecía al antiguo puente de Judith.
Hay bastantes curiosidades dentro de la historia del Puente de Carlos IV, una de ellas es la fecha que se eligió para empezar a construirlo, se dice que se decidió empezar con las obras en el año 1357, el día 9 del mes 7 a las 5:31. Esta fecha fue elegida porque al unir los números sale una serie de números impares capicúa 135797531 que al parecer gustó bastante al rey Carlos IV.
Otra curiosidad es la elección de huevos para dar consistencia al mortero que debía fijar las piedras de la construcción. Al parecer esto se ha comprobado con análisis que han dado positivo.
Como viene siendo habitual en algunos monumentos de muchas ciudades, aquí, en el Puente de Carlos IV, también hay un sitio donde pedir deseos, es el lugar desde donde se arrojó a Juan Nepomuceno al río Moldava marcado con una cruz arzobispal colocada en la parte superior del muro, en lo que sería la barandilla. Se dice que para pedir el deseo hay que poner los dedos en las cinco estrellas que contiene la cruz y pedir el deseo.
De forma errónea, o no, los turistas tocan también los relieves que hay en la base de la escultura del santo, por un lado tocan el relieve de la representación de cuando tiraron al santo para obtener buena suerte y por otro lado tocan otro relieve que contiene un perro para pedir un deseo.
El puente durante el día es un lugar lleno de vida en el que los puestos de artesanos y artistas se mezclan con turistas y bandas de música. Por todos los lados hay gente queriéndose echar fotos en todas las estatuas o con las vistas que podemos obtener desde el puente de la zona del castillo.
Si quieres visitar el puente tranquilamente sin tener que aguantar las aglomeraciones que se montan, las mejores horas son las del amanecer o durante la noche. A mi especialmente me gustaba bastante cruzarlo durante la noche porque es cuando se puede contemplar la zona del castillo iluminada.
Como la construcción del puente se alargó tanto en el tiempo, el dinero necerasio para terminarlo se fue acabando y para conseguir más decidieron cobrar un peaje a la gente que pasase por él.
El puente comunica la Ciudad Vieja con el barrio de Malá Strana. Tiene una longitud de algo más de 500 metros y un ancho de casi 10 metros, gracias a este ancho podían pasar 4 carruajes a la vez, que sería como decir en un puente nuevo que tiene cuatro carriles. El puente se encuentra apoyado en 16 arcos y una de sus curiosidades son las torres que encontramos en sus extremos.
En el lado de la Ciudad Vieja hay una que es una pasada, es de estilo gótico. Llaman la atención las estatuas blancas que tiene colocadas en la fachada que resaltan bastante sobre la piedra practicamente negra. Por el lado de Malá Strana hay dos torres, una de ellas pertenecía al antiguo puente de Judith.
Torre de la Ciudad Vieja
Una de las torres y el arco de entrada por el lado de Malá Strana
Hay bastantes curiosidades dentro de la historia del Puente de Carlos IV, una de ellas es la fecha que se eligió para empezar a construirlo, se dice que se decidió empezar con las obras en el año 1357, el día 9 del mes 7 a las 5:31. Esta fecha fue elegida porque al unir los números sale una serie de números impares capicúa 135797531 que al parecer gustó bastante al rey Carlos IV.
Otra curiosidad es la elección de huevos para dar consistencia al mortero que debía fijar las piedras de la construcción. Al parecer esto se ha comprobado con análisis que han dado positivo.
Como viene siendo habitual en algunos monumentos de muchas ciudades, aquí, en el Puente de Carlos IV, también hay un sitio donde pedir deseos, es el lugar desde donde se arrojó a Juan Nepomuceno al río Moldava marcado con una cruz arzobispal colocada en la parte superior del muro, en lo que sería la barandilla. Se dice que para pedir el deseo hay que poner los dedos en las cinco estrellas que contiene la cruz y pedir el deseo.
De forma errónea, o no, los turistas tocan también los relieves que hay en la base de la escultura del santo, por un lado tocan el relieve de la representación de cuando tiraron al santo para obtener buena suerte y por otro lado tocan otro relieve que contiene un perro para pedir un deseo.
El puente durante el día es un lugar lleno de vida en el que los puestos de artesanos y artistas se mezclan con turistas y bandas de música. Por todos los lados hay gente queriéndose echar fotos en todas las estatuas o con las vistas que podemos obtener desde el puente de la zona del castillo.
Si quieres visitar el puente tranquilamente sin tener que aguantar las aglomeraciones que se montan, las mejores horas son las del amanecer o durante la noche. A mi especialmente me gustaba bastante cruzarlo durante la noche porque es cuando se puede contemplar la zona del castillo iluminada.
lunes, 22 de noviembre de 2010
Guimarães
Guimarães es un pueblecito situado en el norte de Portugal a unos 50 km al noreste de Oporto. A nosotros nos habían comentado que era el pueblo en el que había nacido el país que hoy conocemos como Portugal y que tenía un casco histórico bastante bonito asique, sin pensárnoslo dos veces, cogimos el coche y pusimos rumbo a Guimarães.
Al llegar allí lo primero que hicimos fue buscar una oficina de información turística en la que nos informasen un poco sobre las cosas que ver en el pueblo. Nos dieron unos cuantos folletos (los había en castellano) y con ellos en la mano tocaba caminar que nos había salido un día soleado y había que aprovecharlo.
La ciudad de origen medieval de Guimarães nace en el siglo X gracias a que la condesa Mumadona decide construir un Monasterio. Éste, acabaría por convertirse en un centro de atracción el cual motivaría el asentamiento estable de un grupo de personas. Para la protección de la población, la condesa ordenó la construcción de un castillo en la cima de una colina que hay cercana con su respectiva muralla. Ambos sitios estarían unidos mediante la calle Santa María.
Posteriormente el Monasterio se convirtió en un colegio el cual recibiría privilegios y donativos de reyes y nobles. Al final se terminó convirtiendo en lugar de peregrinación que haría que se acercarán creyentes de todos los rincones de Portugal.
Lo que hoy nos vamos encontrando al recorrer las calles que se encuentran dentro de la zona amurallada es muy parecido a lo que las gentes del lugar veían en el siglo XV ya que no ha variado mucho la fisonomía del lugar.
Como ya he nombrado el Monasterio (posteriormente colegio) y el castillo, os voy a contar un poco de ambos para empezar con las cosas que ver en Guimarães.
El Monasterio hoy en día es el Museo de Alberto Sampaio en el que se pueden ver colecciones de escultura de los períodos medieval y renacentista. Por otro lado encontraremos una de las colecciones de orfebrería más importante de Portugal destacando el caliz románico de D. Sancho I, cruces procesionales y un magnífico retablo gótico de plata dorada. También hay una colección de pintura comprendida entre los siglos XVI y XVIII, paramentos bordados, azulejos, etc.
Por otro lado el castillo se manda construir, como dije antes, por la condesa Mumadona para la protección y defensa de la comunidad cristiana ante los frecuentes ataques de moros y normandos. El castillo ha sufrido a lo largo de su historia numerables reformas para ampliarlo y fortalecerlo pero cuando su función defensiva dejó de ser necesaria, empezó un progresivo abandono y deterioro hasta que en el siglo XX fue declarado Monumento Nacional y se efectuaron obras de restauración.
El primero y que para mi puede que sea la joya de Guimarães es el Pazo de los Duques de Bragança que es una majestuosa casa señorial del siglo XV de grandes dimensiones y con muchísimas chimeneas circulares que llamán bastante la atención. Esta casa a la cual yo llamaría palacio, comenzó un progresivo abandono y deterioro en el siglo XVI que no se detuvo hasta que en el siglo XX se consideró la idea de restaurarlo completamente. Lo que más destaca de la colección de objetos que podemos encontrar en las distintas habitaciones son unas copias (únicas) de unos tapices que narran las conquistas portuguesas en el norte de África construidas por la Real Fábrica de Tapices de Madrid (los originales se encuentran en España), una colección de porcelanas de la Compañia de las Indias y varios ejemplares de armas blancas, de fuego y elementos de armaduras de los siglos XV al XIX.
El segundo sitio que el turista no se puede perder es la Plaza de Santiago. Lo primero porque es aqui donde se encuentra la oficina de Turismo, lugar imprescindible para conseguir la información necesaria para vuestra visita, y lo segundo porque representa el espíritu medieval de Guimarães en todo su esplendor. La plaza se llama de Santiago porque cuenta la tradición que el apóstol llegó hasta aqui con un cuadro de la virgen María y lo colocó en un templo que había en esta plaza.
Si elegís para la visita un día que haga bueno, esta plaza se llena de terrazas en las que poder sentarse a comer platos típicos portugueses que no tienen ningún desperdicio. Eso si, creo recordar que tardaron muchísimo en atendernos.
Al llegar allí lo primero que hicimos fue buscar una oficina de información turística en la que nos informasen un poco sobre las cosas que ver en el pueblo. Nos dieron unos cuantos folletos (los había en castellano) y con ellos en la mano tocaba caminar que nos había salido un día soleado y había que aprovecharlo.
La ciudad de origen medieval de Guimarães nace en el siglo X gracias a que la condesa Mumadona decide construir un Monasterio. Éste, acabaría por convertirse en un centro de atracción el cual motivaría el asentamiento estable de un grupo de personas. Para la protección de la población, la condesa ordenó la construcción de un castillo en la cima de una colina que hay cercana con su respectiva muralla. Ambos sitios estarían unidos mediante la calle Santa María.
Posteriormente el Monasterio se convirtió en un colegio el cual recibiría privilegios y donativos de reyes y nobles. Al final se terminó convirtiendo en lugar de peregrinación que haría que se acercarán creyentes de todos los rincones de Portugal.
Lo que hoy nos vamos encontrando al recorrer las calles que se encuentran dentro de la zona amurallada es muy parecido a lo que las gentes del lugar veían en el siglo XV ya que no ha variado mucho la fisonomía del lugar.
Calle del casco antiguo de Guimarães
El Monasterio hoy en día es el Museo de Alberto Sampaio en el que se pueden ver colecciones de escultura de los períodos medieval y renacentista. Por otro lado encontraremos una de las colecciones de orfebrería más importante de Portugal destacando el caliz románico de D. Sancho I, cruces procesionales y un magnífico retablo gótico de plata dorada. También hay una colección de pintura comprendida entre los siglos XVI y XVIII, paramentos bordados, azulejos, etc.
Por otro lado el castillo se manda construir, como dije antes, por la condesa Mumadona para la protección y defensa de la comunidad cristiana ante los frecuentes ataques de moros y normandos. El castillo ha sufrido a lo largo de su historia numerables reformas para ampliarlo y fortalecerlo pero cuando su función defensiva dejó de ser necesaria, empezó un progresivo abandono y deterioro hasta que en el siglo XX fue declarado Monumento Nacional y se efectuaron obras de restauración.
Castillo de Guimarães
Pues tampoco tengo pensado destriparos todo lo que vais a encontrar en Guimarães sino simplemente haceros que os entren las ganas de ir a visitarlo por lo que os voy a contar.
Los dos lugares que más me llamaron a mi la atención para así intentar terminaros de convencer son el Pazo de los Duques de Bragança y la Plaza de Santiago.El primero y que para mi puede que sea la joya de Guimarães es el Pazo de los Duques de Bragança que es una majestuosa casa señorial del siglo XV de grandes dimensiones y con muchísimas chimeneas circulares que llamán bastante la atención. Esta casa a la cual yo llamaría palacio, comenzó un progresivo abandono y deterioro en el siglo XVI que no se detuvo hasta que en el siglo XX se consideró la idea de restaurarlo completamente. Lo que más destaca de la colección de objetos que podemos encontrar en las distintas habitaciones son unas copias (únicas) de unos tapices que narran las conquistas portuguesas en el norte de África construidas por la Real Fábrica de Tapices de Madrid (los originales se encuentran en España), una colección de porcelanas de la Compañia de las Indias y varios ejemplares de armas blancas, de fuego y elementos de armaduras de los siglos XV al XIX.
Fachada principal del Pazo de los Duques de Bragança
Patio interior del Pazo de los Duques de Bragança
El segundo sitio que el turista no se puede perder es la Plaza de Santiago. Lo primero porque es aqui donde se encuentra la oficina de Turismo, lugar imprescindible para conseguir la información necesaria para vuestra visita, y lo segundo porque representa el espíritu medieval de Guimarães en todo su esplendor. La plaza se llama de Santiago porque cuenta la tradición que el apóstol llegó hasta aqui con un cuadro de la virgen María y lo colocó en un templo que había en esta plaza.
Si elegís para la visita un día que haga bueno, esta plaza se llena de terrazas en las que poder sentarse a comer platos típicos portugueses que no tienen ningún desperdicio. Eso si, creo recordar que tardaron muchísimo en atendernos.
Plaza de Santiago
viernes, 19 de noviembre de 2010
The Charging Bull
En vuestra visita a New York seguro que tengais planeada una visita a la zona de Wall Street o a la Estatua de la Libertad, pues bien, seguro que al andar por el barrio Financial District del Downtown de Manhattan donde se encuentra la Bolsa o el ferri para ir hasta la estatua, pasareis por el parque Bowling Green en el cual os encontrareis con la estatua de un toro enorme rodeado de turistas echando fotos como locos.
Este toro es el conocido como Charging Bull y es una escultura del artista italiano Arturo di Modica que de su propio bolsillo invirtió más de 350.000 $ en la realización de esta escultura. Está hecha en bronce, pesa unos 3200 kilogramos y representa el optimismo, la agresividad, el liderazgo, la virilidad y la prosperidad financiera estadounidense. Por este motivo pasó a ser el símbolo de la Bolsa, por esto y porque con sus patas delanteras flexionadas y la cabeza en posición de embestir, el movimiento que llevaría a cabo un toro de abajo hacia arriba sería como una representación similar a la alza del Mercado de valores.
La escultura fue situada en un principio junto a la Bolsa de New York en el año 1989 sin el consentimiento del ayuntamiento el cual quiso retirarla. Pero en el momento de llevar a cabo dicha maniobra, el toro ya era un símbolo muy apreciado por los ciudadanos los cuales se negaron a ello. Entonces fue cuando se decidió que su ubicación pasase a estar en la zona más al norte del parque Bowling Green, justo donde termina la calle más larga de Manhattan, Broadway.
La escultura sigue perteneciendo a su autor aunque éste recibe por parte del ayuntamiento una bonificación en forma de alquiler.
En la época en la que se instaló el toro en las calles de New York, todos los agentes de Bolsa, financieros, etc. le miraban como si éste les fuese a dar fuerza y liderazgo (gracias a la expresión desafiante que representa la escultura) para poder llevar a cabo su trabajo mejor que los demás y de esta forma ir con ganas de comerse el mundo y con la autoestima bastante alta a sus puestos de trabajo.
Hoy en día el pobre Charging Bull ha quedado para recreación de los turistas a los cuales ya no inspira nada y creen que tocándole los huevos al toro les va a dar suerte (tengo que admitir que yo también se los toqué). Asique ahí queda la historia de este toro que igual que un día fue un símbolo de poder hoy es el símbolo al que tocarle los huevos para reirse de todo el sistema financiero que nos ha llevado a esta crisis en la que estamos.
Este toro es el conocido como Charging Bull y es una escultura del artista italiano Arturo di Modica que de su propio bolsillo invirtió más de 350.000 $ en la realización de esta escultura. Está hecha en bronce, pesa unos 3200 kilogramos y representa el optimismo, la agresividad, el liderazgo, la virilidad y la prosperidad financiera estadounidense. Por este motivo pasó a ser el símbolo de la Bolsa, por esto y porque con sus patas delanteras flexionadas y la cabeza en posición de embestir, el movimiento que llevaría a cabo un toro de abajo hacia arriba sería como una representación similar a la alza del Mercado de valores.
La escultura fue situada en un principio junto a la Bolsa de New York en el año 1989 sin el consentimiento del ayuntamiento el cual quiso retirarla. Pero en el momento de llevar a cabo dicha maniobra, el toro ya era un símbolo muy apreciado por los ciudadanos los cuales se negaron a ello. Entonces fue cuando se decidió que su ubicación pasase a estar en la zona más al norte del parque Bowling Green, justo donde termina la calle más larga de Manhattan, Broadway.
La escultura sigue perteneciendo a su autor aunque éste recibe por parte del ayuntamiento una bonificación en forma de alquiler.
En la época en la que se instaló el toro en las calles de New York, todos los agentes de Bolsa, financieros, etc. le miraban como si éste les fuese a dar fuerza y liderazgo (gracias a la expresión desafiante que representa la escultura) para poder llevar a cabo su trabajo mejor que los demás y de esta forma ir con ganas de comerse el mundo y con la autoestima bastante alta a sus puestos de trabajo.
Hoy en día el pobre Charging Bull ha quedado para recreación de los turistas a los cuales ya no inspira nada y creen que tocándole los huevos al toro les va a dar suerte (tengo que admitir que yo también se los toqué). Asique ahí queda la historia de este toro que igual que un día fue un símbolo de poder hoy es el símbolo al que tocarle los huevos para reirse de todo el sistema financiero que nos ha llevado a esta crisis en la que estamos.
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