Yo creo que todos habréis oído hablar alguna vez de la Sirenita de Copenhagen y puede que muchos de vosotros ya la hayáis podido ver alguna vez. Esta estatua es seguramente una de las más famosas de la tierra y todo gracias a la cantidad de turistas que van a verla cada año.
Esta fama no la ha conseguido en dos días y es que, la Sirenita, fue colocada en la Bahía del Puerto de Copenhagen, más concretamente en el parque Langelinie, en el año 1913 y desde entonces solamente se ha cambiado su ubicación una vez. El motivo del traslado fue la celebración de la Expo 2010 en la ciudad China de Shangai donde se la llevaron los 6 meses que duraba la exposición con las rocas de la base y todo.
La Sirenita fue un encargo que el empresario Carl Jacobsen le hizo al escultor Edvard Eriksen para regalársela al pueblo de Copenhagen. La idea de que fuese una sirena vino gracias al mito transmitido de generación en generación en esta región de Europa. Es curioso también que el artista no consiguiese que la modelo que había propuesto el cliente, la bailarina principal del Ballet Real Ellen Price, no quisiese posar desnuda teniendo que hacer el esfuerzo de pedírselo a su mujer a la cual no le debió de sentar del todo bien ya que el rostro si que sería el de la bailarina.
Este mito o leyenda antes mencionado, cuenta que en el mar Báltico los hombres se sentían atraídos por los cantos de las sirenas y que en Copenhagen, un simple pescador de la ciudad, se vio embrujado por los cantos de esta sirena. La sirena, que también tenía sentimientos, se enamoró perdidamente de un príncipe y decidió renunciar a su inmortalidad con tal de poder ser una más y así poder conquistarlo.
A todo el mundo le suena esta historia y es porque el escritor Hans Christian Andersen escribió en 1837 el cuento de La Sirenita que más tarde fue llevado al cine por Disney.
Una práctica de los marineros de la zona, según se cuenta, es ir a visitar a la Sirena para hacer un pequeño examen de conciencia sobre las infidelidades que han podido cometer en sus viajes.
Si vas a pasar a visitar esta estatua, vas a saber su ubicación exacta en la bahía gracias a la cantidad de gente haciéndole fotos que suele tener alrededor. Para acceder a ella hay que bajar por unas rocas que forman como un improvisado anfiteatro en el que todo el mundo se sienta a descansar un rato y observar la estatua.
Mi primera impresión al ver la Sirena fue de decepción y de no entender muy bien por qué una estatua así se ha podido convertir en el símbolo de una ciudad. Es bastante pequeña y lo parece aún más al estar junto a la inmensidad de la bahía. Está construida en bronce, mide 1,25 metros y pesa 175 kilogramos.
Pero la vida de la Sirena no ha sido del todo cómoda y pacífica ya que ha sido un foco continuo de actos vandálicos por manos de distintos grupos con distintas ideologías. Esto no es del todo cierto ya que en la mayor parte de ellos no se ha sabido quién o quienes los realizaban pero se intuye por el acto en sí.
Para que os hagáis una idea de lo que ha tenido que soportar la Sirena de Copenhagen os nombraré unos cuantos. Ha sido decapitada en dos ocasiones y porque hubo otra que no lo consiguieron, la han separado del pedestal se cree que con dinamita, la han arrancado un brazo, la han cubierto infinidad de veces con pintura, la han vestido tanto con burka como con un vestido musulmán y la han llegado a colocar un consolador en la mano se cree que por el día de la mujer.
Menos mal que se guarda un molde de cada parte del cuerpo de la Sirena y cuando algo de esto sucede se puede solucionar.
lunes, 30 de mayo de 2011
jueves, 26 de mayo de 2011
Vasa Museet
El Vasa Museet puede que sea uno de los museos más curiosos a los que he podido asistir en mi vida. Por el nombre no sabréis muchos cual puede ser la temática del mismo, pues bien, aquí estoy yo para contaros un poco lo que yo aprendí en este museo situado en la ciudad sueca de Estocolmo.
Hoy en día todos hemos oído hablar de la saga "Piratas del Caribe", pero muy pocos hemos podido contemplar un barco real como los que aparecen en dichas películas. Si visitáis Estocolmo y os acercáis hasta el Vasa Museet podréis contemplar un barco del siglo XVII prácticamente completo y con el que os haréis una imagen perfecta de cómo eran los barcos de guerra de esa época.
El Vasa, entrando un poco en la historia del barco, se construyó a lo largo de dos años en los que carpinteros, herreros, escultores, fabricantes de velas, y un sin fin de profesionales más estuvieron trabajando desde el amanecer hasta el anochecer para que el barco lo pudiese utilizar la marina sueca cuanto antes.
En esta época (hablamos de los años 1626 - 1627) el astillero donde se construía el barco era uno de los lugares donde más empleo había y al que llegaban materias primas de casi todo el norte de Europa.
Pero este barco no tuvo una historia muy feliz que se diga y hasta cierto punto puede parecer, desde la distancia en siglos, un poco cómica.
El 10 de Agosto de 1628, el Vasa estaba preparado para partir y el puerto de Estocolmo lleno de gente expectante por ver como zarpaba el gigantesco barco. Llevaba toda la munición cargada, la tripulación con la familia (sólo se les permitía esto en la primera parte del viaje a través del archipiélago) y los víveres, pero no llegarían muy lejos.
Una vez que el barco salió del abrigo de los acantilados empezó a hundirse, supuestamente por la cantidad de peso que llevaba en su interior, y comenzó a entrarle agua hasta que se hundió. Si, así de triste, a tan solo 1300 m de las costas de Estocolmo el barco se hundió. La buena noticia fue que la mayor parte de la tripulación consiguió escapar y salvar la vida aunque se calcula que unas 30 personas perdieron la vida en esta corta travesía.
333 años después, el Vasa volvió a ver la luz gracias al esfuerzo de unos cuantos historiadores que no querían que esta parte de la historia de Suecia se perdiese en el fondo del mar.
Bueno pues ahora que ya sabemos un poco sobre la historia del barco, contaros algo acerca del museo el cual nos ofrece mucho más. Consta de 6 plantas por las que nos podemos ir encontrando con partes de la historia del barco, desde objetos que iban a bordo el día del hundimiento, a los esqueletos de los navegantes, pasando por los métodos que emplearon en el salvamento de la munición en el siglo XVII y más tarde del barco a mediados del siglo XX.
Respecto a lo de los tripulantes fallecidos a bordo, decir que gracias a los esqueletos localizadosy que están expuestos en el museo, han conseguido hacer como reconstrucciones del busto de algunos de ellos y dan un poco de grima pero es curioso mirar a los navegantes de esa época a la cara.
También deciros que la luz en el interior del museo es muy tenue, al parecer es para el mantenimiento de la madera del barco, pero es un fastidio para las personas que no lleven una cámara un poco en condiciones.
Algunos de los entretenimientos que llevaban a bordo
Y para terminar, daros los datos de interés. El museo se encuentra en la isla de Djurgården y el edificio lo vais a reconocer ya que tiene una reconstrucción de los mástiles en una de las fachadas exteriores.
Estocolmo es una ciudad que la visitaréis a pie pero si no es así, disponéis de varios medios de transporte para llegar hasta él. El tranvía número 7 y los autobuses 44, 69 y 76 os dejarán a escasos metros de distancia.
Los horarios de apertura varían dependiendo la época del año. Del 1 de Septiembre al 31 de Mayo, el museo permanecerá abierto de 10 de la mañana a 5 de la tarde todos los días de la semana excepto los miércoles que cierra a las 8 de la tarde.
Del 1 de Junio al 31 de Agosto el museo abre todos los días de 8.30 de la mañana a las 6 de la tarde.
El precio de la entrada de adulto es de 110 SEK, la de estudiantes de 80 SEK y los menores de 18 años pasarán gratis.
lunes, 9 de mayo de 2011
Minas de Sal de Wieliczka
Las Minas de Sal de Wieliczka, como su nombre ya indica, están situadas en la localidad polaca de Wieliczka, a escasos 15 km de Cracovia. Es fácil llegar a ellas por libre según tengo entendido, y seguro que sale muy barato teniendo en cuenta que hablamos de Polonia, pero nosotros en nuestro viaje, al igual que con la visita al campo de concentración de Auschwitz, decidimos contratar una excursión ya organizada con la empresa Cracow City Tours la cual no nos pareció muy cara y bastante bien organizada. Estas excursiones salen desde la Plaza Matejki 2 y viene costando unos 110 PLN incluyendo el transporte hasta la puerta de las Minas, la entrada a ellas y un guía en español.
Los horarios de la visita en castellano, que es la que le interesa a prácticamente todos los lectores de este blog (lo siento por los demás), son: de Enero a Mayo, todos los Martes, Jueves y Sábados a las 3.30 pm. De Junio a Agosto, todos los días a las 3.30 pm. Y para terminar, de Septiembre a Diciembre, de nuevo todos los Martes, Jueves y Sábados a las 3.30 pm.
Estas minas se empezaron a explotar en el siglo XIII y han seguido haciéndolo hasta nuestros días aunque ya no se extrae sal de ellas porque consiguen más rentabilidad explotándolas a base de visitas guiadas para turistas. Lo bueno de todo esto es que ya no se pone en peligro la vida de ningún minero y lo malo es que seguramente la mina dio trabajo a muchas familias de la zona y ahora con las visitas no se necesita tanta gente.
Las Minas de Sal de Wieliczka alcanzan una profundidad de 327 m divididos en 9 niveles y se extienden a lo largo de 300 km de galerías. Entre esas galerías podemos encontrar alrededor de 3000 cámaras, lagos subterráneos y capillas. En la visita, sólo se recorren aproximadamente unos 3,5 kilómetros de galerías visitando algo más de 20 cámaras entre ellas la gran capilla dedicada a Santa Kinga de la que hablaré a continuación un poco más.
Lo bueno de contratar una visita guiada, sin la cual no se puede acceder a la mina, es que te van explicando toda la historia de la mina y de cómo trabajaban los mineros para extraer la sal (algo de lo que yo no sabía nada y que me pareció muy interesante).
Lo más sorprendente de toda la visita es el momento en el que llegas a la Capilla de Santa Kinga. A ella se accede por la zona contraria al altar, es decir, por la zona que ocuparía el coro en una iglesia. La visión de la capilla desde este lugar es increíble, con todas las estatuas y relieves de las paredes hechos con la roca de sal y con las 5 lámparas de araña elaboradas con cristales de sal que dan una luz tenue que hacen que el sitio sea más mágico si cabe.
En esta cámara, bueno como en toda la mina, tanto los suelos como las paredes son roca de sal. La guía que llevábamos nos decía que si no la creíamos siempre podíamos chuparlos para comprobarlo.
En la capilla destacan las esculturas de Santa Kinga, situada detrás del altar mayor, el crucifijo, la escultura del Papa Juan Pablo II y el relieve de la última cena. Pero os puedo asegurar que no es lo único que destacaría ya que es todo increíble.
Lo mejor de todo es que fueron los propios mineros los que esculpían la roca para crear las estatuas que se van encontrando a lo largo de toda la visita.
Si sois como prácticamente todos los turistas, es decir, siempre lleváis la cámara encima, tenéis que saber que como la mina es tan oscura las fotos hechas con una cámara compacta no salen del todo bien, pero bueno, para tener un recuerdo del sitio vale.
Otra cosa a tener en cuenta respecto a las fotos es que os van a cobrar algo para que podáis echarlas pero ahora mismo no recuerdo cuanto era.
Estas minas se empezaron a explotar en el siglo XIII y han seguido haciéndolo hasta nuestros días aunque ya no se extrae sal de ellas porque consiguen más rentabilidad explotándolas a base de visitas guiadas para turistas. Lo bueno de todo esto es que ya no se pone en peligro la vida de ningún minero y lo malo es que seguramente la mina dio trabajo a muchas familias de la zona y ahora con las visitas no se necesita tanta gente.
Las Minas de Sal de Wieliczka alcanzan una profundidad de 327 m divididos en 9 niveles y se extienden a lo largo de 300 km de galerías. Entre esas galerías podemos encontrar alrededor de 3000 cámaras, lagos subterráneos y capillas. En la visita, sólo se recorren aproximadamente unos 3,5 kilómetros de galerías visitando algo más de 20 cámaras entre ellas la gran capilla dedicada a Santa Kinga de la que hablaré a continuación un poco más.
Lo bueno de contratar una visita guiada, sin la cual no se puede acceder a la mina, es que te van explicando toda la historia de la mina y de cómo trabajaban los mineros para extraer la sal (algo de lo que yo no sabía nada y que me pareció muy interesante).
Una de las muchas esculturas creadas por los mineros que os encontraréis durante la visita
Lo más sorprendente de toda la visita es el momento en el que llegas a la Capilla de Santa Kinga. A ella se accede por la zona contraria al altar, es decir, por la zona que ocuparía el coro en una iglesia. La visión de la capilla desde este lugar es increíble, con todas las estatuas y relieves de las paredes hechos con la roca de sal y con las 5 lámparas de araña elaboradas con cristales de sal que dan una luz tenue que hacen que el sitio sea más mágico si cabe.
En esta cámara, bueno como en toda la mina, tanto los suelos como las paredes son roca de sal. La guía que llevábamos nos decía que si no la creíamos siempre podíamos chuparlos para comprobarlo.
En la capilla destacan las esculturas de Santa Kinga, situada detrás del altar mayor, el crucifijo, la escultura del Papa Juan Pablo II y el relieve de la última cena. Pero os puedo asegurar que no es lo único que destacaría ya que es todo increíble.
Lo mejor de todo es que fueron los propios mineros los que esculpían la roca para crear las estatuas que se van encontrando a lo largo de toda la visita.
Capilla de Santa Kinga
Si sois como prácticamente todos los turistas, es decir, siempre lleváis la cámara encima, tenéis que saber que como la mina es tan oscura las fotos hechas con una cámara compacta no salen del todo bien, pero bueno, para tener un recuerdo del sitio vale.
martes, 26 de abril de 2011
Strasbourg Goose Restaurant
Mi último viaje a Cork, Irlanda, no ha sido lo que se dice un viaje de turismo, sino más bien el viaje para visitar a la familia. Como ya me ha pasado otras veces en anteriores visitas, lo que destacaría de éste son las horas que me he pasado metida en la cama en plan perezosa (también porque me hice un esguince nada más llegar y necesitaba reposo).
Pues bien, el hambre es algo que hay que saciar y con la nevera vacía es imposible así que por primera vez en mi vida, eché mano de la página de TripAdvisor para buscar un sitio donde poder ir a comer con mi hermana.
El restaurante que ocupaba la primera posición en la lista elaborada por gente que ha comido en él con anterioridad era el Strasbourg Goose Restaurant así que nos fuimos directas a la web de dicho restaurante para ver dónde estaba y un poco el menú que nos íbamos a encontrar ya que mi hermana en 5 años no había oído hablar de él nunca.
El restaurante se encuentra ubicado en el centro de Cork, en una calle muy estrecha llamada French Church Street en los números 17 y 18.
Pues para allá que nos fuimos las dos con más hambre que el perro de un ciego a darnos un homenaje de los buenos. Lo que no nos esperábamos al llegar es que no estuviese abierto y es que el horario es un poco extraño para un español. Abrían a las 4 de la tarde, imagino que para empezar a darle las cenas a los irlandeses, pero bueno como eran las 3.30 pm tampoco teníamos que esperar mucho tiempo, una cervecita en una terraza y listo.
Creo que abrían a esa hora porque era el Domingo de Semana Santa, pero según pone en su web, los Lunes cierran, de Martes a Viernes abren a las 5.30 pm y los Sábados y Domingo están abiertos desde las 12 del medio día a cierre (que no tengo ni idea de que hora será aunque estando en Cork yo diría que hasta las 10 pm como muy tarde).
El sitio es un local pequeño, como para unos 25 comensales a la vez, decorado como si fuese un salón antiguo, con su chimenea y todo, y con un servicio muy cercano al cliente con el cual te hacen sentir como si estuvieses en casa comiendo.
Y ahora me centraré un poco en el menú que para eso hablamos de un restaurante. Tienen una oferta que me parece increíble el haberla encontrado en un restaurante de Irlanda ya que por 20 €, si, habéis leído bien, 20 €, tenéis derecho a elegir 3 platos, es decir, lo que viene siendo primero, segundo y postre.
Yo todo el menú no me lo sé, por lo que os voy a contar lo que comimos nosotras para que os hagáis una idea de la relación calidad - precio del Strasbourg Goose.
Como entrantes nos pedimos una ensalada de salmón ahumado que estaba bastante buena pero que quizás era muy pequeña (aunque por el precio yo no me quejé en absoluto) y por otro lado unos mejillones frescos con salsa de vino blanco con los que te chupabas hasta los dedos (super recomendables).
Para el segundo plato había para elegir carnes y pescados pero nosotras íbamos buscando carnaza y fue lo que terminamos pidiendo. Por un lado pedimos un Sirloin Steak y por otro un Rib - Eye Steak, los dos poco hechos. Sin palabras
Para terminar quedaban los postres y yo ya no sabía si me iban a entrar o no pero como venían incluidos en el precio del menú pues por lo menos había que probarlos. Los elegidos por mi hermana fueron el Banoffee Pie y el Baileys Cheesecake. Aún sin tener hambre cuando llegamos a ellos, casi nos los comimos enteros, y es que las porciones no es que fueran para nada pequeñas.
Creo que si no vas a querer postre lo puedes cambiar por una copa de vino pero teniendo en cuenta cómo están los postres, yo no lo haría. Además tienes varios vinos argentinos y chilenos dónde elegir que te saldrán por menos de 20 € la botella.
Lo siento pero no puedo mostraros ninguna foto de los platos porque no llevaba la cámara de fotos y el móvil se me quedó sin batería.
Así que como conclusión deciros que el Strasbourg Goose Restaurant es un lugar dónde comer platos de gran calidad por un precio que muchos no se creeran, tan sólo 20 €.
¡¡ Buen provecho !!
Pues bien, el hambre es algo que hay que saciar y con la nevera vacía es imposible así que por primera vez en mi vida, eché mano de la página de TripAdvisor para buscar un sitio donde poder ir a comer con mi hermana.
El restaurante que ocupaba la primera posición en la lista elaborada por gente que ha comido en él con anterioridad era el Strasbourg Goose Restaurant así que nos fuimos directas a la web de dicho restaurante para ver dónde estaba y un poco el menú que nos íbamos a encontrar ya que mi hermana en 5 años no había oído hablar de él nunca.
El restaurante se encuentra ubicado en el centro de Cork, en una calle muy estrecha llamada French Church Street en los números 17 y 18.
Pues para allá que nos fuimos las dos con más hambre que el perro de un ciego a darnos un homenaje de los buenos. Lo que no nos esperábamos al llegar es que no estuviese abierto y es que el horario es un poco extraño para un español. Abrían a las 4 de la tarde, imagino que para empezar a darle las cenas a los irlandeses, pero bueno como eran las 3.30 pm tampoco teníamos que esperar mucho tiempo, una cervecita en una terraza y listo.
Creo que abrían a esa hora porque era el Domingo de Semana Santa, pero según pone en su web, los Lunes cierran, de Martes a Viernes abren a las 5.30 pm y los Sábados y Domingo están abiertos desde las 12 del medio día a cierre (que no tengo ni idea de que hora será aunque estando en Cork yo diría que hasta las 10 pm como muy tarde).
El sitio es un local pequeño, como para unos 25 comensales a la vez, decorado como si fuese un salón antiguo, con su chimenea y todo, y con un servicio muy cercano al cliente con el cual te hacen sentir como si estuvieses en casa comiendo.
Y ahora me centraré un poco en el menú que para eso hablamos de un restaurante. Tienen una oferta que me parece increíble el haberla encontrado en un restaurante de Irlanda ya que por 20 €, si, habéis leído bien, 20 €, tenéis derecho a elegir 3 platos, es decir, lo que viene siendo primero, segundo y postre.
Yo todo el menú no me lo sé, por lo que os voy a contar lo que comimos nosotras para que os hagáis una idea de la relación calidad - precio del Strasbourg Goose.
Como entrantes nos pedimos una ensalada de salmón ahumado que estaba bastante buena pero que quizás era muy pequeña (aunque por el precio yo no me quejé en absoluto) y por otro lado unos mejillones frescos con salsa de vino blanco con los que te chupabas hasta los dedos (super recomendables).
Para el segundo plato había para elegir carnes y pescados pero nosotras íbamos buscando carnaza y fue lo que terminamos pidiendo. Por un lado pedimos un Sirloin Steak y por otro un Rib - Eye Steak, los dos poco hechos. Sin palabras
Para terminar quedaban los postres y yo ya no sabía si me iban a entrar o no pero como venían incluidos en el precio del menú pues por lo menos había que probarlos. Los elegidos por mi hermana fueron el Banoffee Pie y el Baileys Cheesecake. Aún sin tener hambre cuando llegamos a ellos, casi nos los comimos enteros, y es que las porciones no es que fueran para nada pequeñas.
Creo que si no vas a querer postre lo puedes cambiar por una copa de vino pero teniendo en cuenta cómo están los postres, yo no lo haría. Además tienes varios vinos argentinos y chilenos dónde elegir que te saldrán por menos de 20 € la botella.
Lo siento pero no puedo mostraros ninguna foto de los platos porque no llevaba la cámara de fotos y el móvil se me quedó sin batería.
Así que como conclusión deciros que el Strasbourg Goose Restaurant es un lugar dónde comer platos de gran calidad por un precio que muchos no se creeran, tan sólo 20 €.
¡¡ Buen provecho !!
miércoles, 20 de abril de 2011
Sleep in Heaven
El Sleep in Heaven es un hostel de Copenhagen que se encuentra bastante cerca de la parada de metro Forum. Para llegar a él desde el aeropuerto es muy sencillo ya que dicha parada está en la misma línea de metro. Desde la estación tendréis que andar unos 5 - 7 minutos pero no se llegan a hacer largos, además hay un 7 eleven en el camino que viene muy bien para comprar algo de comer o beber en el hostel.
No se puede decir que la ubicación sea del todo céntrica, está situado en la calle Struenseegade a unos 20 - 30 minutos caminando del centro.
Una vez ubicado, os diré que este hostel es un lugar con bastante ambiente y muy animado sobre todo las primeras horas de la noche en las que la gente se toma las primeras cervezas antes de salir de fiesta. Tiene una decoración modernita y por lo general está bastante limpio. Ambas cualidades son las reflejadas en las fotos que te encuentras en los buscadores de hostels y son las que te terminan convenciendo para hacer la reserva.
Con este hostel no se si empezar por las cosas buenas o por las malas ya que si empiezo por las malas, las buenas serán las que se os queden en la memoria y viceversa. Creo que empezaré por las malas.
Seguro que todos habéis oído decir alguna vez que Copenhagen es una de las ciudades más caras de Europa, pues bien, el Sleep in Heaven no es que se considere uno de los sitios más baratos en los que he estado. La habitación más barata es la compartida de 12 camas que sale por un poco menos de 20 € por persona, de aquí, y variando el número de camas por habitación, podemos llegar hasta la habitación doble privada que sale por unos 40 € por persona y con baño compartido que todo hay que decirlo.
En las habitaciones hay taquillas que funcionan con monedas, pero no os asustéis, que la moneda una vez abierta la taquilla os la volvéis a guardar en el bolsillo.
Lo peor no son los precios, que pueden ser muy parecidos a otros hostels de similar categoría, sino que te cobran por todo. Tienes que pagar por las sábanas unos 5 €, cosa que yo no había hecho nunca hasta llegar aquí, y por el desayuno unos 6 € (nada barato), aunque puede merecer la pena el pagarlo ya que en las tiendas los precios también son muy elevados.
Cuando gente joven, que normalmente son las que duermen en este tipo de alojamientos, llega a una ciudad tan cara, una de las cosas que va a necesitar va a ser la cocina ya que comprando en supermercados y cocinando lo que sea, va a poder ahorrarse algo de dinero. Pues bien, este hostel no tiene cocina.
Y mi última pega al Sleep in Heaven es que si te toca una de las habitaciones de la zona del bar - sala de estar, tienes que cruzarte todo el hostel para ir hasta el baño en el que están las duchas.
Pero no todo son cosas malas, como dije en un principio, la limpieza es una de las cosas que destacaría de este sitio, bueno la limpieza y que está todo bastante nuevo lo que hace que parezca un hostel de mayor calidad.
Es interesante saber que el acceso a Internet es gratuito tanto si llevas tu propio portátil como si tienes que usar uno de los dos ordenadores de la sala de estar. Lo único es que no te puedes tirar todo el día acaparando cualquiera de los dos ordenadores porque suele haber gente que también los necesita.
Por otro lado, las zonas comunes son una pasada. Se puede decir que está todo integrado en el bar - sala de estar del que ya os he hablado varias veces. Es un espacio bastante grande distribuido en dos alturas y un patio. En la zona superior encontraríamos el bar con bastantes mesas para poder tomar algo tranquilamente, los dos ordenadores, y la salida al patio dónde poder fumar. La zona inferior, la cual se puede observar desde una especie de mirador desde la parte superior, es donde se encuentran los sofás, los juegos de mesa y un billar.
Cuando yo estuve en este hostel, había un chaval japonés que cogió un juego de Lego al que nadie le había hecho caso seguramente en mucho tiempo, y se puso a montarlo. No creo que fuese fácil montarlo y menos a la velocidad que él lo hizo, pero lo acabó, y como recompensa por el esfuerzo realizado creo que se lo regaló el chico que trabajaba en el Sleep in Heaven.
Otra cosa curiosa de este hostel es que tiene límite de edad yendo ésta desde los 16 a los 35 años.
Como conclusión gracias a mi estancia aquí, he de decir que me parece un buen hostel y que si tuviese que volver a Copenhagen puede que fuese de nuevo el elegido para alojarme.
No se puede decir que la ubicación sea del todo céntrica, está situado en la calle Struenseegade a unos 20 - 30 minutos caminando del centro.
Una vez ubicado, os diré que este hostel es un lugar con bastante ambiente y muy animado sobre todo las primeras horas de la noche en las que la gente se toma las primeras cervezas antes de salir de fiesta. Tiene una decoración modernita y por lo general está bastante limpio. Ambas cualidades son las reflejadas en las fotos que te encuentras en los buscadores de hostels y son las que te terminan convenciendo para hacer la reserva.
Con este hostel no se si empezar por las cosas buenas o por las malas ya que si empiezo por las malas, las buenas serán las que se os queden en la memoria y viceversa. Creo que empezaré por las malas.
Seguro que todos habéis oído decir alguna vez que Copenhagen es una de las ciudades más caras de Europa, pues bien, el Sleep in Heaven no es que se considere uno de los sitios más baratos en los que he estado. La habitación más barata es la compartida de 12 camas que sale por un poco menos de 20 € por persona, de aquí, y variando el número de camas por habitación, podemos llegar hasta la habitación doble privada que sale por unos 40 € por persona y con baño compartido que todo hay que decirlo.
En las habitaciones hay taquillas que funcionan con monedas, pero no os asustéis, que la moneda una vez abierta la taquilla os la volvéis a guardar en el bolsillo.
Lo peor no son los precios, que pueden ser muy parecidos a otros hostels de similar categoría, sino que te cobran por todo. Tienes que pagar por las sábanas unos 5 €, cosa que yo no había hecho nunca hasta llegar aquí, y por el desayuno unos 6 € (nada barato), aunque puede merecer la pena el pagarlo ya que en las tiendas los precios también son muy elevados.
Cuando gente joven, que normalmente son las que duermen en este tipo de alojamientos, llega a una ciudad tan cara, una de las cosas que va a necesitar va a ser la cocina ya que comprando en supermercados y cocinando lo que sea, va a poder ahorrarse algo de dinero. Pues bien, este hostel no tiene cocina.
Y mi última pega al Sleep in Heaven es que si te toca una de las habitaciones de la zona del bar - sala de estar, tienes que cruzarte todo el hostel para ir hasta el baño en el que están las duchas.
Pero no todo son cosas malas, como dije en un principio, la limpieza es una de las cosas que destacaría de este sitio, bueno la limpieza y que está todo bastante nuevo lo que hace que parezca un hostel de mayor calidad.
Es interesante saber que el acceso a Internet es gratuito tanto si llevas tu propio portátil como si tienes que usar uno de los dos ordenadores de la sala de estar. Lo único es que no te puedes tirar todo el día acaparando cualquiera de los dos ordenadores porque suele haber gente que también los necesita.
Por otro lado, las zonas comunes son una pasada. Se puede decir que está todo integrado en el bar - sala de estar del que ya os he hablado varias veces. Es un espacio bastante grande distribuido en dos alturas y un patio. En la zona superior encontraríamos el bar con bastantes mesas para poder tomar algo tranquilamente, los dos ordenadores, y la salida al patio dónde poder fumar. La zona inferior, la cual se puede observar desde una especie de mirador desde la parte superior, es donde se encuentran los sofás, los juegos de mesa y un billar.
Otra cosa curiosa de este hostel es que tiene límite de edad yendo ésta desde los 16 a los 35 años.
Como conclusión gracias a mi estancia aquí, he de decir que me parece un buen hostel y que si tuviese que volver a Copenhagen puede que fuese de nuevo el elegido para alojarme.
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