jueves, 25 de julio de 2013

Gezi Park - Taksim

Seguramente que a muchas de vosotras os suene el nombre de este parque que hoy os quiero presentar y es que, a lo largo de los últimos meses, ha estado apareciendo en los periódicos y noticieros de todo el mundo.
Cuando nosotras compramos nuestros billetes para ir a conocer Estambul, no nos imaginábamos que nos íbamos a encontrar con unas protestas por parte de la ciudadanía (a las que ya poco a poco nos vamos acostumbrando). Cada día son más los lugares en los que las grandes empresas van marcando la agenda política del país en el cual hacen y deshacen lo que a ellos les interesa.
Pues bien, el Gezi Park estaba llamado a ser uno de estos espacios públicos deborados por las fauces de un capitalismo que engulle todo lo que pueda representar dinero para unos pocos en detrimento de las clases sociales más desfavorecidas.

 
 
Taksim es un espacio abierto bastante amplio dentro de la maraña de callejuelas que nos podemos encontrar en el barrio de Beyoğlu. Es una plaza muy bien comunicada mediante el metro, el funicular y autobuses que te llevan hasta el aeropuerto de Sabiha Gökçen International al cual llegábamos nosotras.
También nos comentaron de esta zona que era bastante europea y que en ella podríamos encontrar cualquier cosa que necesitásemos tanto en tema restaurantes abiertos hasta tarde como en sitios para salir por la noche un rato a tomar algo.
Si a esto le sumas la existencia de bastantes hoteles de distintas categorías y uno de los pocos parques urbanos que hay en esta zona de Estambul, la elección para hacer de esa zona nuestro barrio durante las vacaciones fue fácil.

Pero bueno yo me queria centrar un poco más en el Gezi Park. Como he dicho anteriormente, este parque representa una de las pocas zonas verdes que nos encontramos en el centro de Estambul. Sus dimensiones y arquitectura no es que hagan de él un parque imprescindible para visitar como puede ser el Parque Városliget en Budapest o el Vigeland Park en Oslo pero después de los acontecimientos surgidos para defenderlo en la primavera de 2013 en los cuales el pueblo ha consiguido que esos árboles sigan en pie dando sombra a los vecinos y turistas que quieren huir del calor del verano en Estambul, merece la pena acercarse y ver por lo que luchaba la gente.


La historia que encierra este parque es bastante curiosa ya que no lleva siendo esto toda la vida. A mediados del siglo XVI la población armenia que habitaba Estambul tuvo la oportunidad de pedir un favor al Sultan Suleiman el Magnífico. Este favor no fue por la generosidad del Sultan sino más bien por la buena voluntad de su chef Karaseferyan el cual le avisó de una conspiración que estaba teniendo lugar hacia su persona. La petición consistía en un lugar donde su pueblo pudiese enterrar a sus muertos. El Sultan les concedió la zona que hoy ocupa el parque para que construyeran su cementerio el cual estuvo en Taksim hasta después de la I Guerra Mundial.
En esta guerra, los armenios que vivían en lo que hoy conocemos como Turquía, fueron masacrados y expropiadas sus tierras entre ellas el cementerio Pangalti.
A la par que este cementerio, también se encontraba en la plaza Taksim un cuartel militar con forma de rectángulo el cual albergaba en su interior un enorme patio central que pasaría a ser el primer estadio de fútbol de Turquía en el que jugaban los equipos de Estambul.
Al concluir la Guerra, se invitó al urbanista francés Henri Prost a que remodelase toda la plaza Taksim. Para ello empezó demoliendo el icónico cuartel y creando el parque que serviría de pulmón a esa zona residencial tan necesitada de alguna zona verde.

Pues bien, si váis a visitar Estambul tendréis la suerte de poder disfrutar de la sombra de esos árboles y de su cesped ya que los planes del ahora presidente Erdoğan se han ido al traste.
Después de semanas de enfrentamientos entre la policía y los manifestantes, el tribunal administrativo de la ciudad ha ordenado detener los planes del presidente Erdoğan de remodelar y construir un centro comercial y una mezquita. Los trabajos de limpieza y rehabilitación por todos los daños sufridos durante las protestas ya se han realizado y hoy en día el parque vuelve a estar abierto.
Esta vez el pueblo ha ganado y gracias a ello tenemos otro sitio emblemático que visitar en esta mágica ciudad.

miércoles, 24 de julio de 2013

Cisterna Basílica de Estambul

Hacía mucho que no me ponía a escribir en el blog y no porque no tuviese temas que contar sino porque quizás ninguno de ellos me motivaba a hacerlo; pero después de mi ultimo viaje por Estambul, esto ha cambiado. La ciudad me ha conmovido, esas calles estrechas y empinadas llenas de tiendas a ambos lados con hombres sentados en la puerta esperando que pase algo que les saque de la monotonía en la que parecen vivir, me ha hecho recordar mi antigua afición por escribir mis experiencias en mis viajes.

Lo que en esta entrada os quiero contar es uno de esos sitios que parecen mágicos cuando los ves por primera vez. Esos sitios medio en penumbra que, al entrar a ellos desde un soleado y caluroso día, hacen que tu cuerpo se erice por el frescor que emanan y que los ojos tengan dificultades para adaptarse a esa tenue luz.
La Cisterna Basílica de Estambul o como la llaman los turcos el Yerebatan Sarayı (Palacio Sumergido), o Yerebatan Sarnıcı (Cisterna Sumergida) data del año 532 y fue construida durante el reinado del emperador bizantino Justiniano I.
Junto con este depósito de agua, fueron construidas otras muchas cisternas por toda la ciudad. El motivo que les llevó a los bizantinos a realizar estas construcciones subterráneas era la falta de agua potable dentro de las murallas que rodeaban la ciudad. Durante siglos traían el agua de las fuentes y ríos situados en el bosque de Belgrado, a unos 25 km de distancia, por medio de acueductos los cuales eran destruidos durante los asedios de los enemigos o envenenadas sus aguas para debilitar a la gente que poblaba Estambul en esa época y así ganarles la batalla.

La cisterna es un espacio diáfano de aproximádamente 140 metros de largo por 70 de ancho y 9 de alto que puede llegar a albergar una cantidad de algo más de 80.000 m³ de agua.
Está formada por 336 columnas separadas entre sí algo más de 4.5 metros que sujetan un majestuoso techo abovedado que nada tiene que envidiar a los techos de algunas construcciones de aquella época dedicadas al culto o al ocio. Estas columnas fueron traidas desde distintos templos por eso el que no sean todas iguales.
Y dentro de este bosque de columnas nos encontramos con tres que son distintas a todas las demás. Una es la columna de las lágrimas de una belleza especial y la cual vi en varios sitios en Estambul. Las otras dos tienen el poder de, en vez de dejar petrificados a los turistas que las ven, crear un ansia por fotografiarlas que no es ni normal. Estas dos columnas tienen de especial sus bases de marmol las cuales representan unas cabezas de Medusa. Este monstruo femenino de la mitología griega es fácil de identificar ya que sus cabellos son serpientes que se enredan entre ellas. Uno de los poderes que se le asocian a esta gorgona es el de dejar petrificada a toda persona que la mire directamente a los ojos. Este puede ser uno de los motivos por los que fueron colocadas con distintas orientaciones ya que, como podemos observar una vez allí, una está rotada 90 grados y la otra 180.



Gracias a la restauración que tuvo lugar en la década de los 80's en la cual se sacó todo el lodo acumulado en el fondo de la cisterna, hoy es un lugar para que los turiatas visiten y en el que se realizan eventualemente conciertos.
Para que el paso de tanta gente no afecte a la estructura de la cisterna y los suelos no sufran una erosión que altere esta obra de ingeniería civil con tantos años, se han construido unas pasarelas que nos ayudan a acercarnos hasta el fondo de la cisterna sin alterar a los peces que nadan tan tranquilos por el agua acumulada en el fondo de la misma.

Yo iba con la idea de que localizar la entrada de la cisterna iba a ser difícil porque todo el mundo decía que no se identificaba muy bien el sitio y tal pero es bastante sencillo si primero vas al museo de Santa Sofía. A escasos 50 metros de la salida de éste es donde nos encontramos la entrada de esta obra, en Şeftali Sokak No 6, Fatih.
La parada del tranvía más cercana es Sultanhamet y podemos ir a visitarla cuando queramos ya que abre todos los días de la semana de 9 de la mañana a 6.30 de la tarde facilitando así la organización del horario a los turistas.
Y para terminar el precio. La entrada cuando yo estuve allí eran 10 liras turcas. Este precio puede que varíe con el tiempo como en todas las atracciones turísticas.

jueves, 21 de marzo de 2013

Carnaval en Puntarenas

Una de las paradas que ibamos a tener en nuestro viaje por Costa Rica ya que la habíamos hablado antes de aterrizar allí era acudir a los Carnavales de Puntarenas. Esta ciudad no es para nada turística y de no ser por el ferri que llega desde la península de Nicoya, casi ningún viajero pasaría por ella.
Pero a nosotras nos llamó la atención el que fuese la zona donde la gente de San José se acerca para ir a la playa ya que es la más cercana a la capital costarricense. Este detalle me llamó mucho la atención y conociendo bien el perfil de viajera que tengo (me encanta conocer a la gente del país y no solo sus paisajes, monumentos y estas cosas que suelen enseñar en los viajes organizados) no hubo ninguna duda de que nosotras teníamos que terminar pasando unos días allí.
Lo que iban a ser un par de días y una noche en Puntarenas terminaron siendo 3 días con sus respectivas noches debido a la pereza que nos supuso el tenernos que desplazar entre dos zonas de Nicoya en las que para salvar los 150 km de distacia entre ellas, teníamos que dar una vuelta cogiendo 3 autobuses y 2 ferris o pagar bastante dinero y hacerlo en el día. La elección fue bastante fácil solo 2 autobuses y un ferri y quedarnos en Puntarenas antes de tiempo para estar en los Carnavales.
El llegar a esta ciudad de la costa del Pacífico es bastante sencillo si lo hacéis desde San José ya que hay autobuses cada poco y el trayecto dura unas 2 horas y algo. Pero Puntarenas no solo esta bien conectada con la capital. Alguna de las ciudades más grandes de la zona oeste de Costa Rica también tienen autobuses que las unen.

Al final la elección no salió mal ya que los Carnavales empezaban antes y el ambiente que había en la ciudad era bastante alegre y, por que no decirlo, fiestero.
Para el día de Carnaval, la organización del evento había organizado un concierto al final del Paseo de los Turistas, cerca del parque Lobo. Esta calle es la que transcurre paralela a la playa y es en la que habían montado todos los puestos de comida, ropa, atracciones y como no, mucho bar en el que poder echarse unos bailes cuando cayese la noche.
El concierto empezaba a las 11 de la mañana y supuestamente acababa a las 3 de la tarde cosa que no es del todo real ya que se alargó bastante. El grupo estrella era la banda argentina de reggae Los Cafres aunque no serían los únicos que pasarían por ese escenario. Las agrupaciones costarricenses Percance y Un Rojo les hicieron de teloneros y la verdad es que fueron bastante divertidas.


Era muy extraño para alguien como yo pensar que estábamos en pleno invierno (principios de Febrero) y que de repente nos encontrásemos en una fiesta como las de verano con todo el mundo en bañador y super morenos, bebiendo cervezas fresquitas en medio de la calle y peleándonos por las pocas zonas de sombra que había para no achicharrarnos durante todo el día al sol.
La cerveza es una de las cosas que más destacaría de estas fiestas ya que una de las principales marcas de Costa Rica era la patrocinadora del evento. Pero no lo destacaría solo por esto sino porque era increible ver a los grupos de gente llegar con neveras llenas hasta los topes de cervezas y en muy poco tiempo tener que ir a por más porque se estaban quedando sin nada.
En fin que esta fiesta, como otras muchas que se realizan durante el día en vez de durante la noche no tiene nada de desperdicio. La mezcla de gente con diferentes edades, diferentes ciudades de procedencia o diferentes gustos musicales no importan cuando lo importante es pasarselo bien y disfrutar del momento. Si visitás este país a principios de Febrero, tener en cuenta Puntarenas en vuestra ruta.

BAPS Shri Swaminarayan Mandir

Sin llegar a salir de la capital inglesa, este fin de semana he podido disfrutar de uno de los monumentos hindúes más importante en Europa y a solo unas paradas en metro del centro de la ciudad. Este templo es conocido como el de Neasden o el Shri Swaminarayan Mandir.
La comunidad hindú afincada en Londres puede que sea una de las cosas que más me llamó la atención al llegar a vivir a esta ciudad ya que mi primera casa estaba en uno de los barrios en los que este grupo de gente está asentada. La población hindú aquí cuenta con casi un millón de personas y esto se hace notar en los comercios, los restaurantes y como no, en algunos lugares dedicados a rituales religiosos y actos culturales.
Para llegar hasta el lo mejor es coger la línea bakerloo de metro y bajarse en la parada Stonebridge Park que se encuentra en el noroeste de Londres. Hay un par de líeas de autobús que paran justo en la puerta, el 206 y el 224.
La cronología de como esta comunidad hindú llego a plantearse la idea de la construcción de este templo es interesante. Empezaron en 1970 en una iglesia abandonada del barrio de Islington pero no les duraría mucho este emplazamiento ya que la congregación decidió desplazar su base a un pequeño y antiguo almacén de Neasden hacia 1982. Como este sitio se les quedaba pequeño, hacia 1990 empezaron a plantearse el construir el templo que hoy podemos contemplar y que fue inahugurado en 1995 relegando al antiguo almacén a una segunda posición. Éste pasaría a ser una tienda de productos indios y un restaurante vegetariano.
Para la financiación del BAPS Shri Swaminarayan Mandir la congregación contarían con ayudas de fieles y con la ayuda imprescindible de voluntarios que no solo se dedicaron a labores de construcción sino que también organizaban eventos para poder recaudar dinero.


Este templo, aunque parece pequeño, tuvo un largo proceso de elaboración. A mi una de las cosas que más me llamó la atención cuando vimos el video sobre la historia del templo fue que la piedra utilizada viniese de tantos sitios distintos. Para esta construcción se utilizó casi en su totalidad mármol indio, mármol italiano, granito de Cerdeña y piedra caliza de Bulgaria.
La piedra, una vez extraida de las canteras, se enviaba en barcos a India donde un grupo de más de 1500 artesanos habían sido contratados exclusivamente para tallar la piedra en este proyecto. Una vez la piedra estaba tallada, se devolvía en barcos a Inglaterra y ahí empezaba el trabajo de los más de 1000 voluntarios que hicieron posible la construcción del edificio.
Imagino que la construcción debió de ser como un rompecabezas ya que, como en un puzzle, los voluntarios se encontraron ante piezas que había que colocar para obtener como resultado el maravilloso edificio que vemos hoy en día.
En el templo destacan a simple vista las siete cúpulas que lo coronan y las escaleras de acceso al interior que le dan el toque majestuosos que todo templo tiene que tener.

Debajo de cada una de las siete cúpulas hay ubicado un santuario con una imagen sagrada que es adorada diariamente por los sadhus (monjes) como a dios en persona. Si os interesan los rituales podéis informaros de los horarios de los mismos para poder presenciar uno en persona. Nosotras esto no lo hicimos y no pudimos presenciar ninguno aunque lo que si tuvimos la oportunidad de contemplar fue a los feligreses haciendo sus rezos y pidiendo ayuda espiritual a sus distintos dioses.
Justo debajo de la sala principal del templo encontramos un museo en el que nos explican un poco de la historia del hinduismo y todos los logros que consiguieron personas que pertenecen a esta comunidad. He de decir que alguna cosa sonaba un poco prepotente pero mi desconocimiento en la materia me impide opinar más a fondo sobre el tema. La entrada a este museo es de 2 £ y es interesante principalmente porque te cuentan la historia de la construcción del templo.
Pero este recinto religioso no solo se compone por el templo ya que otro edificio adyacente por el que se accede a todo el complejo es el que da servicio culturalmente hablando a la comunidad y sirve de lugar de reuniones y más actividades.
Este edificio, al contrario que el Shri Swaminarayan Mandir, fue construido con más de 200 robles ingleses tallados que nada tienen que envidiar al marmol. Por esta masacre en los robledales ingleses, los fieles de este templo decidieron repoblarar las zonas afectadas con más de 2000 nuevos robles.
Alguna de las dependencias a destacar de este edificio son las zonas para dejar los zapatos (todo el mundo que accede al recinto lo tiene que hacer), una gran sala de oración en la que caben más de 3000 personas, una tienda con libros y objetos relacionados con el hinduismo y un par de zonas con alfombras bastante amplias en las que hombres por un lado y mujeres por otro se sientan a conversar.

Para acceder al recinto no se puede portar ningun bolso, mochila y nada por el estilo dejándose estas cosas en una caseta que hay justo enfrente cruzando la calle. Y otra prohibición más es que no se pueden echar fotos en el interior del complejo dejando con las ganas a más de una, yo incluida.

martes, 19 de febrero de 2013

Robo en las Cabinas Arenas, Samara

Esta es una entrada que nada tiene que ver con el resto de las ya publicadas anteriormente en este blog. Es difícil escribir como primera entrada de un nuevo país una anécdota tan mala pero es que creo que ha sido la experiencia que ha marcado mi viaje a Costa Rica.
Todo empieza cuando, por ahorrarnos unos colones, decidimos cogernos una habitación en unas cabinas en el pueblo de Samara llamadas Cabinas Arenas. El sitio tenía la pinta de ser un negocio familiar y, aunque las condiciones de la habitación no eran del todo buenas, tampoco se podía decir que fuesen muy malas.
La primera noche fue tranquila y dormimos a pierna suelta pero en la segunda velada que pasábamos en este pueblo esta tranquilidad se vería interrumpida por una persona que, hoy en día, no podemos afirmar del todo quien es.

Eran como las 4 de la madrugada y yo, que ya llevaba unas horas durmiendo, me debí desvelar con el ruido que estaba haciendo alguien dentro de la habitación. Cuando abrí los ojos, un haz de luz proveniente de la linterna que mi hermana utiliza para leer me estaba enfocando a la cara desde la puerta. A mi, cuando estoy profundamente dormida, me cuesta reaccionar y esta vez no iba a ser distinto. Tuve que girarme y ver que las otras camas estaban ocupadas para comprender que la persona de la puerta era ajena a nosotras y que por tanto algo iba mal.
Salté de la cama y al encender la luz vi que tanto mi mochila grande en la que llevaba el equipaje como las mochilas pequeñas de mi hermana y mia con las pertenencias de más valor no se encontraban dentro de la habitación.
De todas mis pertenencias solo me habían dejado el móvil que estaba cargando junto a mi cabeza, el libro electrónico que se les debía de haber caído en la huída, unas zapatillas, el pijama y la ropa que me había quitado la noche anterior.

Salí corriendo de la habitación después de pegarle un grito a mi hermana para que se despertase y con el cual también conseguí despertar a mi prima pero, una vez fuera en el patio principal del edificio, ya no conseguí ver a nadie.
La mochila de mi hermana estaba en una de las sillas que teníamos junto a la puerta. Imaginamos que fue lo primero que cogió. Curioso porque era el único sitio donde podía encontrar la linterna. De esta mochila se llevó la cámara de fotos y un móvil. Hoy en día a mi hermana se le siguen viniendo a la cabeza fotos que ya no podrá recuperar de todo su viaje por centro América las cuales no tendrán valor económico pero si mucho sentimental.

Pues una vez las dos estuvimos en pie, pensamos que lo mejor sería ir a la comisaría que se encontraba a unos 2 minutos del sitio a dar el aviso para que se pusiesen a buscar cuanto antes porque la persona que se había llevado las cosas no podía andar muy lejos. Cuando salíamos de las cabinas vimos que una de las habitaciones, la 13, estaba con la luz encendida y en el patio se encontraban dos coches, el del hijo del dueño y el de otro cliente pero a esto en un principio no le dimos ninguna importancia ya que estábamos empecinadas en ir a la policía.

Con esta patrulla estuvimos alrededor de una hora dando vueltas por todo el pueblo pero no sirvió de nada ya que no conseguimos ver a nadie ni encontrar ninguna de mis cosas. Así que volvimos a pasarnos por las cabinas para hablar con el dueño. Al llegar, el coche del hijo ya no estaba y nadie nos abrió ninguna puerta aún sabiendo nosotras que estaban allí.
Comprobamos que nuestra puerta no había sido forzada (único detalle que se les ocurrió a los policías hacer en las cabinas) y como no les veíamos muy avispados, les dijimos de volver a la comisaría para intentar llamar a mi madre para que cancelase mis tarjetas de débito y la línea del otro teléfono que llevaba pero entre que las llamadas internacionales las tenían capadas y que no tenían ni un ordenador con internet no pudimos hacer nada. 
Al final me tocaría a mi buscar un sitio con wifi para poder llamarla desde el teléfono que no se había llevado el ladrón.

Para poner la denuncia había que esperar a que llegase la policía turística a las 9 de la mañana así que una vez solucionado el tema cancelaciones y siendo conscientes de que no podíamos hacer nada más, solo nos quedaba meternos en la cama para esperar que llegase la hora.
A eso de las 8 de la mañana, una de las mujeres que solía estar en las cabinas nos llamó en la puerta para decirnos que había una pareja de policías abajo que querían hablar conmigo. Cuando bajé, me dijeron que fuese a un pequeño patio que había como escondido que estaban ahí con algunas de mis pertenencias. Que casualidad que este patio diese justo a esa habitación número 13 que la noche anterior estaba encendida.
El dueño había encontrado mi ropa y la cartera con la documentación pero ni rastro de las cámaras de fotos, las mochilas, las gafas de sol, los móviles y por supuesto el dinero junto con alguna otra pertenencia de menor valor que el ladrón no sacó de las mochilas y por tanto se llevó.

Una vez conseguimos poner la denuncia con la policía turística ya no hubo más que hacer. Nos recomendaron que denunciasemos en la policía jurídica a las Cabinas Arenas por no tener la seguridad suficiente que se le tiene que dar a un cliente pero las oficinas se encontraba en Nicoya para lo cual teníamos que desplazarnos y gastar un día de vacaciones metidas en unos juzgados.
Como no teníamos ninguna prueba que pudiese culpar al hijo, persona que creemos era el presunto ladrón ya que era nuestra palabra contra la del dueño, nos tuvimos que conformar con haber encontrado por lo menos mi pasaporte y poder seguir con el viaje.

Siento no poder poner ninguna foto del sitio pero es que no tengo y tampoco encuentro en internet alguna que poder utilizar. Estas cabinas se encuentran como a la mitad de la calle principal del pueblo (a la que llega el autobús y en la que se encuentra la comisaría) justo haciendo esquina.
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