martes, 24 de julio de 2012

Cementerio Mirogoj

Algo que se ha convertido en una costumbre cuando visito alguna ciudad y tengo tiempo suficiente como para ir a ver es la visita al cementerio que por su historia o por sus tumbas más me llame la atención. Ya va siendo habitual en este blog el que de vez en cuando escriba sobre algún camposanto y hoy, después de mi viaje por el norte de Croacia, os voy a presentar el Cementerio Mirogoj, situado en la capital, Zagreb.
Este cementerio está considerado como uno de los más bonitos de Europa y sinceramente yo lo pongo en mi lista de los 10 mejores que he visto hasta ahora, pero con todos los que hay, no puedo decir que sea el mejor.
Para llegar hasta este cementerio hay que coger el autobús 106 justo al norte de la catedral que te lleva directo al cementerio pero nosotras, al ser 4, cogimos un taxi que salía como 1 € más caro entre todas. Esto también lo hicimos porque el haber llegado hasta la catedral para coger el autobús nos hubiese llevado unos 20 minutos caminando así que creo que mereció la pena.

Cuando nos dejó el taxi justo en la puerta principal yo no podía creer que ese impresionante muro de medio kilómetro de largo y unos 6 metros de alto cubierto por plantas hasta casi no dejar ver el ladrillo que lo forma, fuese un cementerio, pero sí que lo era. Nos encontrábamos ante la fachada oeste del Cementerio Mirogoj, puede que arquitectónicamente hablando, fuese lo que más me llamó la atención de Zagreb.
El arquitecto responsable de esta maravilla es el austriaco Hermann Bollé que diseñó un edificio principal al que iría unida una arcada a ambos lados en la que se pueden encontrar multitud de mausoleos que deben de pertenecer a las familias más influyentes de la vida croata por la ostentación que reflejan. Esta arcada está coronada por varias cúpulas un poco más pequeñas que la que cubre el edificio de la entrada. Sorprende el dato de que se tardase en construir más de medio siglo. Las obras comenzaron hacia 1876 y culminaron en 1929. Si, se lo tomaron con calma.
Soy un poco mala describiendo este tipo de cosas así que mejor os dejo unas cuantas fotos para que podáis ver a lo que me refiero.




Es un cementerio que sigue en uso. Nosotras no llegamos a ver ningún funeral en directo pero sí que nos encontramos con tumbas repletas de coronas de flores en perfecto estado que nos daban a entender que no hacía mucho que en esa tumba habían enterrado a alguien. Por otro lado, nos cruzamos con varios albañiles preparando las cavidades para nuevas tumbas que confirmaban esta teoría.
Era entretenido pasear por sus distintos caminos observando las tumbas que nos encontrábamos a ambos lados e intentar descubrir la religión del fallecido gracias a los símbolos que habían incluido en las lápidas. En este cementerio, según he sabido después, hay enterrada gente católica, musulmana, protestante, judía, ortodoxos y hasta personas que no creen en ninguna religión.
Una de las cosas que me llamó la atención de los cementerios de Croacia es que, al igual que en los que yo he visitado en España, ponen una foto de la persona que está enterrada. Pero la cosa no queda ahí. Hay en algunas tumbas en las que sólo se ha enterrado a una persona pero en la lápida se pueden observar varias fotos o grabados y es que, algunas parejas, lo que hacen es colocar su foto junto a la de su marido / esposa fallecido para tenerla ya puesta el día en que les toque a ellos. Este gesto es un poco terrorífico ya que cada vez que esa persona visite a su pariente, va a ver su foto también en la lápida como si hubiese muerto ya.

La mujer no tiene la fecha en la que muere por lo que debe de seguir viva

En este cementerio, aparte de monumentos a víctimas de guerras (cosa que suele haber en muchos), hay enterradas varias personalidades del mundo de la cultura, la política, etc pero quizás el más conocido internacionalmente sea el jugador de baloncesto Dražen Petrović. Nosotras dimos unas cuantas vueltas intentando localizar su tumba ya que venía en la guía como sitio que visitar dentro del cementerio pero no conseguimos encontrarla (tampoco lo intentamos demasiado).

Monumento a los Soldados Croatas caídos en la I Guerra Mundial

Los horarios de este cementerio son dos diferentes dependiendo de la época del año en la que nos encontremos. Por un lado está la temporada de invierno que va desde el 1 de Octubre al 31 de Marzo y en la que permanece abierto entre las 7:30 y las 18:00. Y por otro lado la temporada de verano que irá desde el 1 de Abril hasta el 30 de Septiembre en el que abren entre las 6:00 y las 20:00.

viernes, 6 de julio de 2012

Curiosidades de Japón: Transporte público

Cuando me puse a escribir sobre curiosidades de Japón, me di cuenta de que muchas de ellas estaban relacionadas con el transporte público por lo que decidí dejarlas aparte para poder hacer un post aparte para estos pequeños detalles que hacen de los japoneses personas muy distintas a los españoles (que son los que mejor conozco), aunque seguro que a algunos de otras nacionalidades también os sorprenden. Seguramente esta entrada surge porque, en los 15 días que pasé en este país, una de las cosas que más hice fue desplazarme en transporte público.

La primera cosa que se me viene a la cabeza son los autobuses urbanos de algunas de las ciudades por las que pasamos como por ejemplo Kyoto e Hiroshima. En estos, al contrario que en Madrid o Londres, se entra por la parte trasera sin pagar nada en ese momento y se sale por la puerta delantera, es decir, la del conductor, en la que suele haber una máquina por la que se echa el dinero. Este método yo no lo veo muy práctico que digamos sobre todo a la hora de que se vacíe el autobús en paradas clave, pero tiene su lógica en algunos casos.
En Hiroshima, por ejemplo, tienes que coger un ticket al subirte que luego marcará la tarifa de tu trayecto al bajarte. La primera vez que nos montamos se nos olvidó cogerlo, o más bien ni nos dimos cuenta, y después el conductor nos echó una medio charla de la que no entendimos prácticamente nada y nos cobró lo que le pareció oportuno aunque he de decir que creo que no se aprovechó de nosotros porque no parábamos de enseñarle en un plano la parada en la que nos habíamos subido.

Otra curiosidad relacionada con los medios de transporte público en Japón son los famosos vagones para mujeres. Esto puede resultar algo sexista para muchos hombres e incluso para muchas mujeres pero al parecer el motivo por el cual se han creado es que, al llenarse tanto los trenes en horas punta, algunos hombres aprovechaban los trayectos en tren para restregarse y tocar a las mujeres que iban tan tranquilas hacia su trabajo, casa, etc. En algunas estaciones, las entradas a estos vagones vienen indicadas en el suelo del andén.

metro solo para mujeres en japón

Y esto me lleva a la siguiente cosa que me ha llamado la atención, las marcas de dónde va a haber una puerta en los suelos de los andenes de las estaciones y cómo la gente hace cola en ellas para acceder al tren. Es curioso el llegar a una estación y no ver todo el andén abarrotado de personas que se pegan por no quedarse fuera del siguiente tren. Aquí todo está más normalizado, en el suelo están las marcas de los vagones de mujeres (mencionados anteriormente), las marcas que dan acceso a los sitios reservados para ancianos, embarazadas, mujeres con niños pequeños o lesionados y las que señalan el resto de puertas. Todo el mundo que va llegando se va poniendo en una de las filas de acceso y cuando llega el tren todo el mundo espera a que salga la gente para, a continuación, ir entrando de forma ordenada según se haya llegado al andén.
Creo que esto es algo de lo que deberíamos aprender todos y que me da mucha envidia el no poderlo tener en nuestras ciudades (hablo por las ciudades que conozco).

marcas en los andenes japoneses

Otra cosa que me llamó muchísimo la atención es que en algunos trenes hay zonas para que los fumadores puedan echarse un cigarrillo si el viaje es muy largo. Es curioso que en un país en el que en muchas de las ciudades está prohibido fumar por la calle, permita fumar en una habitación cerrada dentro de un tren de largo recorrido. Esto sorprende más si cabe si en tu país de procedencia, en el que la tendencia es la prohibición de este acto, la gente fumaba en trenes, autobuses, en el metro, etc y ahora no se puede.
Si os fijáis en la foto que he puesto, en el tercer vagón en la parte de la izquierda aparece el icono de un cigarro encendido que indica que ahí hay una sala de fumadores.

sala de fumadores en el tren

Las melodías cuando se aproxima un tren a una estación también es algo que choca bastante. Tanto si vas montado en el tren, como si lo que estás haciendo es esperarlo en un andén, siempre empezarás a escuchar una melodía que indica que el tren se está acercando a la parada. Esto, aunque no parezca una gran curiosidad, es algo que no había visto (o mejor dicho, oído) nunca. Suelen ser melodías muy sencillas y sin sentido alguno pero en una de las líneas de metro de Kyoto la melodía era como sacada de una película de miedo y, sinceramente, no me hubiese gustado tener que esperar el metro en alguna de esas estaciones sola y de noche (pero bueno es Japón y esto lo cambia todo).

Seguro que todos, o muchos de vosotros, habréis oído hablar de los empujadores en el metro de Tokyo en horas punta. A mi no me tuvieron que empujar para poder entrar en un tren, y alguna hora punta me he comido con mochila y todo, pero no hicieron falta porque el tren no iba lleno del todo (para mi iba demasiado lleno). Son unos hombres con guantes blancos que los podréis ver en las estaciones más transitadas, pero tendréis que madrugar para verlos ya que la hora punta en Tokyo es de 7:30 a 9:00. 

emnpujadores japoneses

Ya hable en otro post de la afición que tienen los japoneses con el anime, pues en la capital no se les ha ocurrido otra cosa que utilizar un dibujito de estos para indicar donde están las paradas de autobús, pero esto no es lo peor, lo peor es cuando te ves aparecer el autobús que te va a recoger y todo el está decorado con dibujos de anime. Estas cosas tan infantiles son, para mi, unas de las que más me llamó la atención en un país en el que la seriedad, la tradición y el minimalismo.

parada autobus Tokyo

autobus japones

Y para terminar esta entrada, comentaros una cosa sobre los taxis. Yo no llegué a coger ninguno en Tokyo pero si que vi bastantes y hubo una cosa que no me pasó desapercibida, la funda que todos los taxistas le habían puesto a los sillones del coche. ¿Puede ser verdad que cuando en un país como España, la gente ve anticuado el ganchillo en los brazos del sofá, en un país como Japón el ganchillo se siga utilizando como protector de los asientos? ¿Curioso no? Os dejo una foto de esto también en la que el taxista nos miraba un poco con cara extraña porque le estábamos echando una foto a su taxi.

taxi japones

lunes, 2 de julio de 2012

La isla de Krk

No se si alguno habrá escuchado alguna vez hablar acerca de esta isla de nombre corto pero impronunciable que hoy os vengo a presentar como un destino al que ir a rejajarse y comer bien. La isla de Krk, cuya pronunciación a lo español a mi se me asemeja al canto de los grillos que escuchábamos por la noche en nuestra estancia en ella, es una de las islas del Mar Adriático. Hoy en día forma parte de Croacia y los croatas para nombrarla dicen algo parecido a Kuk.
Cuando digo que hoy en día pertenece a Croacia, lo digo con bastante intención ya que este Estado no ha sido el primero que la ha gobernado. No me quiero enrollar mucho con la historia de la isla pero está bien nombrar un poco los pueblos que la han conquistado anteriormente para así entender el por qué de su arquitectura, sus tradiciones, su gastronomía, etc.
Gracias a yacimientos encontrados en Krk, se puede saber que esta isla lleva habitada desde el Neoítico. Pero su historia más conocida empieza con los Liburnians que debían de ser una tribu de esa región que se vio invadida por los romanos que como solían hacer siempre le cambiaron el nombre a la isla por el de Curicta. Después vendrían los Ávaros y los Bizantinos para terminar perteneciendo a la nobleza croata. Aunque esto tampoco fue el final ya que al estar en el medio de las rutas comerciales de los Venecianos, éstos (que algo de sangre conquistadora tenían) se harían con el poder.
Después pasaría a manos de una familia croata (la cual tomaría el apellido Frankopan como propio) que aguantó hasta que la isla pasó a estar bajo el imperio Austro - Húngaro. Éste período duró hasta la Primera Guerra Mundial. A esta fase se le atribuye parte de la cultura del país. Una vez pasada esta guerra pasará a formar parte de Yugoslavia (en un principio conocido como el Estado de los Eslovenos, Croatas y Serbios) hasta que en 1991 Croacia consigue la independencia y Krk pasa a formar parte de este nuevo Estado.

Para llegar a la isla no hace falta coger ferry ya que se puede acceder a ella por carretera gracias a un magnífico puente de dos arcos y más de un kilómetro de distancia en el que su pila central reposa en la Isla de San Marco, a mitad de camino entre el continente y Krk. Esta primera visión del puente, construido de hormigón, desde el coche que habíamos alquilado, nos auguraba parte de lo que después nos encontraríamos en algunas partes de la isla. Ah, por cierto, para cruzar el puente hay que pagar un peaje por lo que si vais en temporada alta y encima fin de semana, prepararos para las colas de coches esperando para poder cruzarlo.
Para esta entrada no voy a hablaros de todo lo que podéis ver en la isla porque yo no tuve tiempo para conocerlo así que me centraré en los pueblos que visitamos nosotros y los cuales están situados cada uno en un punto cardinal de la isla de Krk.

Al primero al que llegamos y en el cual teníamos los apartamentos alquilados es Malinska, situado en el norte de la isla muy cerca del puente por el que se accede. La sensación que se tiene una vez que llegas a él es que es un pueblo 100% turístico y no por todos los monumentos y lugares que tenga para ver sino por la cantidad de segundas residencias y apartamentos que se alquilan. Sinceramente es el pueblo en el que más tiempo estuvimos pero que menos recorrimos por lo que cosas de interés no os sabría decir aparte del Haludovo Palace Hotel que es un hotel abandonado al que ya le hice una entrada anteriormente.
Lo que si es a destacar de esta población son sus playas, y no por su arena blanca, sino porque son de hormigón (lo mismo había otras zonas de baño que no conocimos) y lo curioso ya no es eso, sino que tengan escaleras para salir del mar. Si no fuese por que el agua es salada, la sensación que tienes es la de estar bañándote en una piscina. Nosotros las llamábamos las playas del futuro.

Playa del futuro Malinska

El segundo pueblo al que fuimos tiene uno de estos nombres impronunciables que tanto les gustan a los croatas, Vrbnik. Es el pueblo que visitamos situado al este de la isla y su ubicación puede que sea una de las cosas que lo caracterizan ya que está en lo alto de un acantilado aunque a decir verdad, este acantilado tampoco es que sea muy alto.
Sobre este pueblo habíamos leído que lo más típico era su vino por lo que una de las noches que estábamos en la isla nos fuimos a cenar allí para visitarlo primero y para probar este vino segundo. La verdad es que malo no debía de estar porque sino lo recordaría.
Aquí si que nos dimos una vuelta por lo que sería el casco antiguo. Éste se compone de un entramado de callejuelas estrechas en las que seguramente que durante los días de mucho calor en verano se siente una ligera brisa fresca por la sombra que se dan unas casas a otras. A mi particularmente me gustó bastante y recomiendo la visita.

Vrbnik

El siguiente que visitamos es el que da nombre a la isla, Krk. Es el que estaría al oeste y al ser la capital, es el más grande de todos y por ello el más visitado. Este pueblo (lo llamo pueblo porque me parece pequeño para ser ciudad) es el que mejor conservado está. En él destaca su muralla y el pequeño castillo que un día ocupó la familia Frankopan y los edificios religiosos, entre ellos la catedral y el campanario de la iglesia de San Quirino en el cual la parte superior parece una cebolla con un angelito en el punto más alto.
Este pueblo también tiene un casco antiguo repleto de callejuelas pero a diferencia de Vrbnik, en estas hay muchas tiendas bastante peculiares que están enfocadas directamente al turista.
Como a lo largo de toda la isla, aquí también pueden presumir de tener una gastronomía apasionante aunque nosotros, por dejar de comer un poco de pescado y marisco, decidimos probar uno de los platos típicos de carne, el ćevapčići que son como unas salchichas hechas de carne picada muy especiadas típicas que al parecer podemos encontrar en todos los países de la región de los Balcanes.

Krk

Para terminar nuestra ruta por la Isla de Krk, nos fuimos hasta el pueblo que más lejos se situaba de donde nosotros estábamos alojados, Baška. Rodeado de montañas por tres de sus lados y el mar por el otro quizás sea el que más puede alardear de paisajes y vistas. La parte que da al mar no es que sea al mar abierto ya que es una zona en la que se aglomeran muchas islas de menor tamaño que hacen que las aguas en esta zona sean muy calmadas.
Esta zona de la isla también puede presumir de las mejores playas aunque, como pasaba en los anteriores pueblos, nosotros no vimos ninguna que fuese de arena sino por el contrario todas eran de guijarros.
A mi lo que más me gustó de este pueblo es una pequeña iglesia situada en una de las montañas a la que se accede por una carretera estrecha y llena de curvas desde la que se puede observar todo el pueblo y los alrededores. Es curioso observar el cementerio situado junto a ella en el que los muertos pueden presumir de descansar en el lugar con mejores vistas de todo el municipio. Os llamará la atención, si os dais una vuelta por él, observar las fotos situadas en las tumbas.

Baška
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