miércoles, 30 de marzo de 2011

Kastellet

Mi viaje a Copenhagen no es que lo llevase muy organizado, sabía que tenía que ver a la famosa Sirenita, el parque de atracciones de Tívoli y la ciudad libre de Christiania pero no sabía mucho más acerca de la capital danesa.
Una de las primeras cosas que hice en cuanto llegué al hostel fue pedir el típico plano de la ciudad (que tampoco tenía) para ver que más había interesante aparte de esos lugares.
Mi sorpresa llego al descubrir que había una ciudadela fortificada perteneciente al Ministerio de Defensa danés cuyo estado de conservación era increíblemente bueno ya que en el interior de sus edificios se seguían llevando a cabo algunas tareas militares.
Conocida por Kastellet, esta fortificación militar es un lugar de paso obligatorio para todo turista que se precie a visitar esta ciudad ya que se encuentra a escasos 3 minutos andando de la famosa Sirenita.
Kastellet es un lugar que no destaca por nada en especial pero que en su conjunto atrae a visitantes y autóctonos ya que se encuentra situada en un gran parque lleno de lagos, caminos, prados y colinas por los que poder ir a correr o sentarse a comer algo si el tiempo acompaña.
La fortificación tiene forma de pentágono y se encuentra como atrincherada con un lago rodeándola por completo. Solamente hay dos accesos para poder adentrarnos en ella mediante dos puentes que dan a parar a dos puertas, la sur, que sería por donde yo entré, y la norte que es por la que salí y es la que está cerca de la Sirenita.

Placa en el que se puede apreciar la forma de la construcción

Puerta norte desde el interior de Kastellet

Y ahora os contaré un poco de la historia de esta ciudad militar. Todo empezó cuando en el siglo XVII el rey Cristian IV ideó una ciudadela atrincherada con forma de pentágono para la defensa por la zona norte de Copenhagen. Tenía muchas ideas para este sitio, como la construcción de un castillo, pero las limitaciones de dinero dieron al traste con todas ellas. Su sucesor, Federico III, será el que la termine.
La fortificación fue utilizada en la Batalla de Copenhagen contra los ingleses en 1807 durante la cual tomaría un papel importante aunque con nefasto resultado para los pobres daneses que tuvieron que rendirse ante los británicos.
Hay un par de edificios que llaman bastante la atención. Uno es un palacete que hay con fachada amarilla que está situado al frente de una plaza interior bastante amplia y que es conocida como Casa del Comandante. Y el otro es un molino de viento al más puro estilo de los molinos del norte de Europa que está situado justo detrás de dicha casa.

Casa del Comandante

Molino de viento

Hoy en día Kastellet es una de las fortificaciones mejor conservadas de toda la arquitectura del norte de Europa y todo ello gracias a que en sus edificios todavía se desarrolla una actividad militar bastante activa.
Aparte de esto, es un sitio en el que los daneses van a hacer deporte (os puedo asegurar que son muchos los que lo hacen), pasear al perro o jugar con los niños.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Culux

Una de las cosas que no puede faltar en cualquier viaje es la comida. Dependiendo del bolsillo de cada persona la oferta en cualquier sitio es muy amplia. Ésta puede ir desde los típicos sandwich hechos en casa antes de salir de viaje con el embutido que quedaba en la nevera porque sino se pone malo, hasta las comidas en restaurantes de esos que tienen estrellas michelín y en los que sólo unos cuantos privilegiados van a poder comer.
Pues bien, yo no soy de esos pocos privilegiados que van a sitios carísimos a comer pero tampoco me gusta ir cargada con comida desde casa por lo que intento descubrir sitios que sean baratos y que se coma bien.
En mi último viaje a Alemania esto de buscar un sitio tradicional y barato iba a ser más fácil que de costumbre ya que contaba con la ayuda de una lugareña que me iba a facilitar las cosas.

El sitio en cuestión se llama Culux y es un restaurante situado en el número 7 de Rudolfplatz en la ciudad de Colonia. Es fácil de encontrar ya que el tranvía te deja justo en la puerta del restaurante.
A este sitio se le podría definir como un restaurante de comida rápida ya que su menú se basa principalmente en las típicas salchichas alemanas super grandes servidas con ensalada y patatas fritas aunque no es lo único que ofrecen. Dicho así parece que el sitio es muy cutre y que la oferta es un poco escasa pero no. Lo bueno de este restaurante es la cantidad de combinaciones que puedes conseguir a partir de muy pocas cosas.


Si por lo que te vas a decantar es por una salchicha (que es lo que yo hice), lo primero a elegir sería el tipo de salchicha que te vas a comer, las hay de bastantes aunque como la carta está en alemán es difícil el escoger justo la que te apetece comer. Te la vas a tener que jugar como si fuese una lotería. Yo pude ver salchichas blancas, rojas, de pavo, etc. Elige cualquiera y listo.
Lo siguiente a elegir sería el grado de picante que quieres y aquí es dónde entra la valentía de cada uno. Pueden ser desde que no piquen nada hasta mega picantes pasando por picante a secas, muy picante, super picante y algún grado que seguro se me olvida.
Lo siguiente sería la salsa pero esto es más difícil de recordar ya que los nombres eran un poco raros. Yo creo que lo mejor es ir señalando en la carta y a ver que te toca. El tipo de patata también se elige y la ensalada más de lo mismo.
Parece un poco coñazo esto de tener que elegir el plato con tanta exactitud pero así es difícil que coincidáis los compañeros de viaje que forméis el grupo teniendo la ventaja de que después podréis probar varias combinaciones.
El plato sale aproximadamente por unos 8 €, no se si al elegir otras cosas es más barato o no, no lo recuerdo ya. Y nada, ya sólo me queda deciros ¡¡Bon appetit!!

martes, 22 de marzo de 2011

Museos Vaticanos

A la hora de preparar un viaje a Roma, debes saber que una mañana como mínimo vas a tener que dedicarla a ese pequeño Estado llamado Ciudad del Vaticano. Es curioso que una superficie tan pequeña se pueda considerar como un país independiente pero la Iglesia lo puede todo y al final se salió con la suya en esto también.
Esta entrada es la primera que escribo sobre el país más pequeño del mundo y que tiene como característica a destacar que es el territorio independiente más urbanizado del planeta.
Una de las joyas que podemos encontrar en él son los Museos Vaticanos que son un conjunto de museos que se fueron creando por los distintos Papas para albergar una de las colecciones de arte más importantes del mundo y que pertenece a la Iglesia Católica pero que por suerte para nosotros, podemos visitar todos.

Lo primero que os quiero contar sobre ellos es la información que necesitáis saber para no perder demasiado tiempo en la entrada. Mi consejo es que los visitéis lo primero para no tener que esperar colas interminables o sufrir las aglomeraciones en las salas que crean mayor interés entre los turistas. Para ir hasta la entrada no es necesario entrar en el Vaticano. La puerta de acceso se encuentra justo enfrente del 102 de la Viale Vaticano y podremos observar dos filas, una para grupos y otra para público en general.
Una vez que sobrepasas la puerta, no te entretengas en ver las cosas que hay en la entrada, continúa andando hasta las taquillas para conseguir entrar cuanto antes y poder disfrutar el mayor tiempo posible de los museos sin mucha gente. El precio de la entrada es un pelín abusivo pero creo que merece la pena por alguna de las obras que encontramos dentro. Será de 15 € para los adultos teniendo una oferta que deja la entrada en 8 € para estudiantes.
Es importante también saber los horarios. Los Museos Vaticanos abren de lunes a sábado de 9 de la mañana a 6 de la tarde siendo el último pase a las 4 de la tarde.

Salida Museos Vaticanos en Viale Vaticano

Es muy difícil describir todo lo que os podéis encontrar en ellos, pero intentaré destacaros simplemente lo que recuerdo echándole un vistazo a mis fotos y notas.
Empezaré por el principio. Los Museos Vaticanos comienzan como una colección privada de escultura del Papa Julio II allá por el año 1500. Entre estas esculturas, situadas en el patio del Palacio Belvedere, encontramos el conjunto escultórico del Laoconte. Pero este era sólo el principio de lo que hoy en día es uno de los museos más grande del mundo con piezas de épocas y culturas bastante dispares.
El primero que recuerdo con gran exactitud es el que se considera también como primer museo dentro de los Museos Vaticanos, el Pío - Clementino, dedicado a la escultura griega y romana y al que pertenecen las obras que encontramos en el patio del Palacio Belvedere. Muy parecido en contenidos sería el Museo Chiaramonti formado por 3 salas más de una belleza increíble.

Una de las salas del Museo Chiaramonti

A continuación destacaría el Museo Etrusco, el Museo Egipcio, el Museo Misionero Etnológico y el Museo Profano. Y digo que los destacaría porque en cada uno de ellos podemos observar obras de muy distintos tipos siendo el arte egipcio el que más me llamó la atención a mi, aunque no quiero desprestigiar a los otros 3.
Pero aquí no acabaría la cosa. A estos museos se le añadirían algunas de las colecciones más importantes de tapices (Galería de los Tapices), otra sala llamada la de las Cartas Geográficas que puede que sea una de las que más me gustó, las Estancias de Rafael las cuales están pintadas hasta el último rincón y que representan una de las salas más increíbles que se pueden ver en el interior del Vaticano, y la gran Capilla Sixtina de la cual no hace falta ni hablar ya que es mundialemnte conocida y representa uno de los principales atractivos que ofrece el Vaticano.
Para terminar decir que hay una zona conocida como el museo de Arte Contemporáneo en la que podemos encontrar desde un Dalí (regalo del rey de España al Vaticano) hasta una escultura de Matisse. A mi esta zona me dejó helada porque no me imaginaba que la Iglesia siguiese ampliando sus fondos con obras de artistas que nada tienen que ver con la Iglesia Católica.

Galería de las Cartas Geográficas

Me ha costado un montón el intentar poner en orden un poco lo que os quería contar acerca de los contenidos de estos Museos Vaticanos pero es que el número de ellos es tan elevado y tienen unas temáticas tan dispares, que resulta difícil de explicar claramente.
Creo que lo mejor es que entréis allí y que, con mucha calma, vayáis viendo lo que más os interesan sin llegar a obsesionaros por no poder verlo todo ya que podéis salir muy saturados de arte lo cual sería un desastre teniendo en cuenta que os espera la gran Roma.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Tren entre Copenhagen y Malmö

Este fin de semana me decidí a visitar la ciudad danesa de Copenhagen con uno de esos maravillosos vuelos de Easyjet que te salen por dos duros.
Lo que yo pensaba que iba a ser un estresante fin de semana yendo de un lado para otro a todo meter resultó ser un tranquilo fin de semana en el que me llegó a sobrar un día y, como no me apetecía estar parada sin hacer nada (cosa que en Copenhagen te puede llegar a salir muy caro) ni volver a visitar los mismos sitios o meterme en museos (no tenía yo ganas de ese tipo de turismo), me decidí a coger un tren y cruzar la frontera a Suecia. Más concretamente ir a la ciudad de Malmö la cual está a tan sólo 30 minutos en tren cruzando esa joya de la ingeniería actual conocida como el Puente de Oresund.
Me gustaría mucho hablaros sobre este puente pero no puedo debido a que no lo vi y no me gusta hablar sobre cosas que no he podido ver con mis propios ojos en su totalidad. Es curioso que os diga que lo crucé y que no lo vi pero es la verdad ya que las líneas del ferrocarril están situadas debajo de la calzada por la que circulan los vehículos por lo que realmente lo único que ves es mar y como van pasando por la ventana los pilares y tirantes del puente. Una lástima este detalle eh??
Bueno a lo que iba, que lo importante aquí es el transporte entre las dos ciudades nórdicas.

Como el trayecto tiene un origen en un país y un final en otro, lo que acordaron las empresas ferroviarias de ambos estados fue comprar conjuntamente una flota de trenes nuevos para explotarlos en este trayecto. Realmente es una opción muy buena para moverte entre ambos porque no sólo unen las ciudades de Copenhagen y Malmö sino que también puedes ir a Gotemburgo y Kalmar ofreciendo parada en Kastrup que es el aeropuerto de Copenhagen y que es un dato importante a tener en cuenta en la organización de un viaje por esta zona de Europa.
También hay un servicio ferroviario en el que operan unos trenes distintos y que une las capitales danesa y sueca. Así que si tu intención es ir hasta Estocolmo, también podrías ir en tren gracias a este puente.

El viaje yo lo hice desde la estación de Noerreport, situada prácticamente en el centro de Copenhagen (también puedes cogerlo en la estación central) hasta la estación central de Malmö. Antes de meterte en la estación hay una oficina en la que puedes comprar los billetes. El trayecto es algo caro para la duración que tiene ya que para 30 minutos que estás montado en el tren te cobran 22 € ida y vuelta pero teniendo en cuenta los precios de todas las cosas en estos países a mi hasta me sorprendió que sólo fuera eso.
La frecuencia de trenes es realmente buena. Lo normal durante el día es que salga uno cada 20 minutos llegando a ser mayor la frecuencia en horas punta y por la noche pasan cada hora lo que da mucho juego a que la gente viaje sin preocupación de quedarse tirada toda la noche en una estación de tren o en el aeropuerto de Kastrup. 

Ahora eso si, mi recomendación es que si conseguis moveros en autobús entre estas dos ciudades, lo hagais sin pensároslo dos veces, aunque tarde algo más de tiempo. Para mi fue una gran decepción el haberme vuelto a casa sin poder ver en su totalidad el gran Puente de Oresund.

Buzones

Seguro que a muchos de vosotros cuando viajáis siempre os vienen los amigos, familiares, compañeros de trabajo, etc. con que les mandéis una postalita del sitio en cuestión porque o las coleccionan o les encanta recibirlas.
Yo no soy mucho de mandar, bueno realmente no suelo mandar nunca porque me parece una pérdida de tiempo el elegir una apropiada (para que luego no les guste), el comprar un sello, el escribirla (que nunca sabes que poner) y como colofón el buscar un buzón en el que poder meterla.
A mi me pasó una vez que, después de comprarla y pegarle el sello, no tenía bolígrafo con el que escribirla por lo que aparte me tuve que comprar uno y claro, donde estaba no es que fuesen nada baratos por lo que me salió la postal al final por un ojo de la cara. Y diréis que podría haberme esperado a conseguir uno, y tenéis toda la razón, pero es que entonces no la hubiese mandado desde ese buzón del Vaticano.

Los buzones, que es de lo que quiero hablar hoy, son una parte fundamental del mobiliario urbano de las ciudades en peligro de extinción ya que la gente no es que mande muchas cartas; cuestan dinero y encima tardan en llegar.
Centrándonos ahora en los buzones, si os dais cuenta, por lo general siempre tienden a ser o rojos o amarillos y no me preguntéis por qué pero es algo que se puede observar vayas donde vayas. Otra de sus cualidades es que suelen pasar desapercibidos a ojos de los peatones que van por la calle fijándose en los edificios, el tráfico o la gente con la que se cruzan, pero si os fijáis os daréis cuenta de que hay más de los que pensabais.

Bueno y ahora os voy a dejar algunos de los buzones que me he ido encontrando en mis viajes y que no han pasado desapercibidos para mi cámara.

Copenhagen (Dinamarca)

Amsterdam (Holanda)

Basilea (Suiza)

Cracovia (Polonia)

Malmö (Suecia)

Oporto (Portugal)

jueves, 10 de marzo de 2011

Snuffel Backpacker Hostel

Hace mucho tiempo que no escribo nada sobre ningún hostel así que allá voy. Hoy os voy a hablar sobre un pequeño hostel situado en la ciudad belga de Brujas conocida en todo el mundo por su centro histórico medieval (en parte reconstruido, todo hay que decirlo). El hostel en cuestión se llama Snuffel Backpacker Hostel y es un lugar perfecto como punto de partida para conocer esta ciudad ya que está situado a escasos 5 minutos del centro.

Sinceramente de las habitaciones no recuerdo gran cosa, me refiero a que si las camas eran cómodas o no, si entraba mucha luz por la mañana porque las cortinas escaseaban, etc., pero lo que si recuerdo de ellas es que no tenían taquillas o por lo menos la que a mi me tocó no tenía. Como ya he comentado en otros hostels esto para mi no es ningún problema pero es un dato influyente para que la gente se decida en si coger el hostel o no. Como punto a favor diré que las taquillas se encontraban fuera de las habitaciones, algo realmente curioso.
Otra cosa a destacar del Snuffel Backpacker Hostel son los precios de las habitaciones, éstos van desde los 17€ de la habitación de 4 personas hasta los 11€ de la habitación de 14 personas. Yo creo que son precios bastante buenos para cualquier bolsillo y más teniendo en cuenta que Brujas es un sitio muy turístico.

Ahora me voy a centrar en lo que, en mi opinión, es la cosa más increíble que me he encontrado en un hostel hasta ahora, las duchas. Y os preguntaréis, qué tienen unas duchas de especial para que me parezcan tan increíbles, pues bien os contaré la odisea que hay que pasar para conseguir pegarte una ducha de agua caliente en este hostel.
Cuando me despierto, lo primero que hago es pegarme una ducha para poder bajar los pelos de loca con los que suelo amanecer así que, aquí no iba a ser menos, y me dispuse a salir de la habitación cargada con el champú, el gel, la toalla y la ropa para ponerme después. Según sales de la habitación, lo primero que haces es bajar por unas escaleras de caracol que te llevan a la recepción, de ahí, atravesando todo el bar que es la zona donde sirven el desayuno (el cual es gratuito) y que por tanto por la mañana suele estar llena, vas a parar a la cocina y de ahí al patio para, a continuación, subir unas escaleras que te llevan hasta las duchas.
Pero aquí no acaba la cosa y es que, cuando vas a abrir el grifo, te das cuenta de que no hay. Lo que hay en su lugar es una cadena de la que tienes que tirar para que salga agua. Toda una odisea el ducharte en este hostel como os podéis imaginar. Os dejo una foto de la ducha y lo entenderéis mejor.

Inquietante la ducha eh??

Bueno, ahora que ya os he contado los contras de elegir este hostel, os diré los pros que son unos cuantos y que fueron los que me llevaron a mi a reservar en este y no en otro.
Lo mejor que tiene el Snuffel Backpacker Hostel son las zonas comunes. A destacar es la cocina que está completamente equipada y dispuesta a que sea usada por esos viajeros que van con presupuestos ajustados.
Otra cosa a destacar es el bar, para mi lo mejor del hostel. En él el ambiente suele ser bastante animado lo que te puede llevar a conocer a otros viajeros. Además tiene una carta con unos 20 tipos distintos de cervezas a unos precios bastante asequibles para todos los bolsillos, sobre todo en la Happy Hour en la que te ofrecen un pack con 5 cervezas distintas por menos de 10€. Este es un motivo más que suficiente para que los amantes de la cerveza elijan este sitio para alojarse en Brujas. Además, creo recordar que había un par de ordenadores con acceso a internet para los que no viajen con el suyo propio. El wifi era gratis, lo que no me acuerdo es de si el uso de los suyos también lo era.
Y para terminar, decir que tienen un patio con barbacoa y mesas con bancos en los que, imagino, harán algo cuando llegue el buen tiempo.

Cocina

Bar y recepción al fondo

Patio
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