miércoles, 28 de abril de 2010

City Pass New York

La City Pass New York es un pase turístico por la cual puedes ver algunas de las atracciones culturales más interesantes de New York. Por tan sólo 79$ tienes acceso a los museos más interesantes de la ciudad, el Metropolitan, el MOMA y el Museo Americano de Historia Natural; a la entrada en el Empire State Building, a una vuelta en barco alrededor de la gran manzana o la visita a la Estatua de la Libertad y la isla de Ellis, y a la entrada del Guggenheim o del Observatorio de la Rock. En total tienes 6 tarjeras a utilizar.

Los museos Metropolitan, MOMA y de Historia Natural, son visitas obligadas para alguien que va a pasar unos días en New York. Al comprar la City Pass estos 3 museos entran sin opción a cambio, es decir, que los vas a tener que visitar si o si.

El Metropolitan es el museo por excelencia de la gran manzana, en él puedes encontrar obras de arte creadas por el hombre en los últimos 5000 años. Alberga más de un millón de obras y fue creado para fomentar el arte en este país tan carente de él. Está situado en un edificio enorme que se encuentra entre la 5ª Avenida y Central Park. Si visitas este museo tienes que saber que no lo vas a poder ver en un par de horas, intenta dedicarle tiempo porque te va a impresionar todo lo que tienen allí metido. Puedes encontrar desde templos del antiguo Egipto hasta obras de pintores españoles como Picasso y Dalí.


El MOMA es el museo de arte contemporáneo más grande que yo he visitado en mi vida. Está ubicado en un edificio de 6 o 7 plantas. Se encuentra en la calle 53, es decir, en todo el centro de la gran manzana, por lo que el llegar a él no supone ningún problema a quien lo quiera visitar. Este museo tiene una colección permanente muy extensa pero también tiene unas colecciones temporales bastante interesantes. Entre los pintores de los que tienen obras podemos destacar a Monet, Van Gogh, Warhol y a escultores de la talla de Rodin.


El Museo de Historia Natural es el más curioso de los 3. Este museo lo reconocereis por la película protagonizada por Ben Stiller "Noche en el museo". Este museo es fantástico para que los niños aprendan bastante sobre la evolución de las distintas especies de animales que han ido pasando por la Tierra a lo largo de todos los tiempos. Nada más entrar en él, nos encontramos con unas maquetas enormes de dinosaurios, pero una vez dentro podemos ver reproduciones de animales en sus hábitats naturales, distintas reproduciones de personas de todos los rincones del mundo con sus trajes típicos y las distintas herramientas que utilizan es su día a día, etc. Como ya he dicho antes, este es un museo en el que lo más frecuente es ver excursiones de niños ya que es un museo super educativo. Se encuentra situado muy cerca de Central Park, justo al lado contrario del Metropolitan. La Avenida a buscar en este caso sería Central Park West.


La última atracción sin opción a elegir es la visita al Empire State Building. Como todos sabemos, después del atentado contra las Torres Gemelas este edificio volvió a ser el más alto de New York. Durante más de 40 años fue considerado el rascacielos más alto del mundo (desde 1931 hasta 1972). Por su situación, en la intersección de la 5ª Avenida con la calle 34, las vistas que se pueden apreciar desde su azotea son increibles ya que tienes una visión de toda la gran manzana desde practicamente el centro. Gracias a la City Pass New York podemos sentir lo que es subir en un ascensor hasta el piso 86 en menos de un minuto. Es una sensación curiosa ya que no notas nada pero vas viendo como van aumentando los números que indican el piso de 10 en 10. Para situar los edificios importantes que hay alrededor, tienes derecho a una audioguía que te facilita las cosas y que te hace conocer y situar todo lo importante para ver en esta ciudad.


Ahora la City Pass New York te da a elegir entre varias cosas para hacer. Lo primero es elegir entre una vuelta en barco alrededor de la gran manzana o la visita a la Estatua de la Libertad y la isla de Ellis. Nosotros hicimos la vuelta en barco ya que era una actividad más cara que la de ir a la Estatua y así nos ahorrábamos algo de dinero que se iba gastando de una forma alarmante.
La vuelta en barco la hicimos de noche para poder ver todos los edificios derrochando luz aunque no hubiese en ellos nadie trabajando. Es una pasada y se queda grabado en las retinas, lo malo es que si no tienes una cámara buena, las fotos de noche no salen del todo bien. La vuelta dura como dos horas y merece la pena bastante. Este barco se aproxima a la Estatua de la Libertad, aunque es conveniente que el turista vaya a la isla en la que se encuentra a echarse la foto reglamentaria y a ver una de las mejores panorámicas de Lower Manhattan.


Y la última visita a elegir es entre el Guggenheim y la entrada en el Observatorio de la Rock. Como ya habíamos subido al Empire, nosotros visitamos el Guggenheim. Se encuentra ubicado en la 5ª Avenida con la calle 89 en un edificio blanco con formas curvas. Por dentro el edificio es una pasada ya que si subes hasta la última planta en ascensor, después, puedes ir bajando por una rampa con forma de espiral hasta que llegas al nivel de la calle de nuevo. Este museo es de arte moderno y a sus distintas salas vas accediendo desde la rampa. A mi este tipo de arte no es el que más me llama la atención aunque tenía algunas pinturas bastante buenas.

Vista exterior del edificio del Guggenheim

Vista interior del Guggenheim desde la parte superior de la rampa que antes os comentaba

Y aqui se termina lo que ofrece la City Pass New York, una forma bastante económica de conocer la parte cultural más importante que ofrece esta gran ciudad.

martes, 20 de abril de 2010

Los Nuraghes

Una de las cosas que más atraen a los turistas son las construcciones llevadas a cabo por poblaciones indígenas que vivieron hace muchos años en lugares que hoy en día no son nada atractivos para los intereses económicos de la población. Estas construcciones llaman la atención por sus formas toscas y rudimentarias (la gran mayoría de las veces). En esta entrada me voy a centrar en los Nuraghes, principalmente en el de Santa Cristina que es el que yo visité.

Nuraghe es una palabra que define a toda una cultura que se desarrolló en Cerdeña durante los dos milenios anteriores al nacimiento de Cristo. Estos pueblos estaban asentados por toda la isla distribuidos en aldeas en las que predomina una construcción con forma circular que, en su día, debía ser el centro neurálico de la aldea. Estas construcciones están formadas con piedras de forma rectangular colocadas unas encima de otras y sin ningún tipo de argamasa que las una, valiéndose para tal fin de su propio peso. Tienen la base circular, y a medida que va cogiendo altura, el diámetro se va haciendo cada vez más pequeño hasta acabar formando una bóveda.

Nuraghe de Santa Cristina entre las poblaciones de Nuoro y Oristano

En el interior de este edificio es donde se refugiaba la población de la aldea de posibles ataques de otros pueblos. Suelen estar situados en el punto más elevado porque también servían como torres de vigilancia para prevenir posibles ataques.
Estos pueblos se dedicaban al pastoreo principalmente y vivían en casas alrededor de la torre. Hay restos todavía que nos ayudan a hacernos una imagen muy clara de cómo eran estas aldeas.
Al parecer hay muchos tipos de torres, pero yo sólo os puedo hablar de éstas porque son las únicas que he visto.
Otra de las cosas curiosas de este pueblo es el culto al agua. Para ellos, tanto el agua de la lluvia como la de los manantiales, suponian un motivo para hacer un templo. El que había en el asentamiento que estuvimos viendo, estaba dividido en tres partes bien diferenciadas. Una era un agujero a ras del suelo por donde entraba el agua de la lluvia. Otra, eran unas escaleras que daban acceso a la tercera parte, un pozo excabado el cual se comunicaba con el agujero antes mencionado. Según nos contaron, a este pozo venían a darse baños curativos las gentes que habitaban en estos pueblos. Os dejo una imagen por si con mi explicación no ha quedado demasiado claro.

Entrada del pozo de Santa Cristina

lunes, 19 de abril de 2010

Gulash

La primera vez que probé el gulash fue en Praga pero después, en un viaje posterior por la zona central de Europa, me di cuenta de que no era exclusivo de la República Checa sino que lo podíamos encontrar en bastantes paises. El plato, para ser exactos, es originario de Hungría. El nombre proviene del húngaro gulyás, donde "gulya" es un rebaño de bueyes y vacas.
Este plato lo puedes encontrar en una larga lista de paises, todos ellos cercanos a Hungría. Yo lo he visto en la carta de restaurantes de Eslovaquia, República Checa y Austria, pero al parecer lo puedes encontrar también en Croacia, Serbia, Ucrania y Rumanía.
Es un plato sencillo pero a la vez muy laborioso ya que se tarda mucho tiempo en su preparación porque la cocción de la carne (de ternera claro) se hace a fuego lento y durante mucho tiempo. Es un plato exquisito en el que la carne se te desace en la boca. Además va acompañado de una salsa que está increible para mojar pan hasta que se deja el plato limpio. Esta salsa se elabora con paprika (entre otros ingredientes) o lo que sería lo mismo, con pimentón. Lo suyo es que quede un poco picante, pero eso ya va al gusto del consumidor.
La receta de este gran plato la puedes encontrar en internet en multitud de blogs, y por lo que ponen en la mayoría, no es nada difícil hacerlo, lo único que se necesita es mucha paciencia y un estómago fuerte para aguantarlo.
El gulash está considerado en Hungría plato nacional.

jueves, 15 de abril de 2010

Vapiano

Vapiano es una cadena de restaurantes de comida italiana que se encuentran por toda Europa, en alguna ciudad de Estados Unidos, en Brisbane (Australia) y en Dubai.
Yo el que conozco es el de Londres, situado en la calle Great Portland 19-21, muy cerca de Oxford Circus. Cuando estuve en él no sabía que era una cadena al parecer bastante popular, sobre todo en Alemania que es donde más restaurantes tienen abiertos. Los restaurantes están decorados de forma muy funcional ya que tienes una zona en la que te preparan la comida y después la zona de mesas en la que eres tu el que elige dónde sentarse.

Cuando entras en el restaurante, lo primero que te dan es una tarjeta en la que te van a ir cargando todas tus consumiciones, este método es bastante novedoso y a la vez increiblemente útil ya que todo lo que hayas consumido se paga justo antes de abandonar el local sin tener que preocuparte en pedir la cuenta y cosas así. Una vez que tienes la tarjeta, es cuando ya te vas a poder empezar a pasear a lo largo de los mostradores de comida para elegir qué comer. Están especializados en pasta, pizzas y ensaladas.
Una vez que ya te has decidido, lo que tienes que hacer es pedirlo, te lo van a preparar en el momento y con los ingredientes que tu elijas. Si crees que de algo no te han echado lo suficiente, sólo tienes que decírselo al cocinero para que lo añada.
Con las pizzas y calzones el sistema es un poco más lento ya que una vez preparados, lo tienen que meter en el horno y ésto, tarda un poco más en hacerse. Para que no tengas que estar esperando delante del mostrador como un tonto, te dan un aparato que vibra y se ilumina por el cual te avisarán cuando esté listo tu plato. Durante la espera lo que puedes hacer es ir pidiendo la bebida y eligiendo el sitio para sentarte.
Los platos son abundantes y la relación calidad - cantidad - precio creo que es bastante buena.

Algo curioso del restaurante de Londres, es un pequeño invernadero que tienen en el segundo piso con plantas aromáticas que, imagino, son las que utilizan después para condimentar los platos.

Fachada del restaurante

Zona de pedidos y comedor de la planta baja

Comedor de la segunda planta con el invernadero a la derecha (solo se ve una esquina)

Carta I

Carta II

martes, 13 de abril de 2010

Tranvía en Praga

El tranvía es la forma más cómoda y rápida para moverte por el centro de Praga, además, al circular por las calles, puedes ir haciendo un poco de turismo sin tener que andar.
El billete vale tanto para el tranvía como para los autobuses y el metro. Dependiendo de dónde queramos ir, sale mejor coger un tipo de transporte u otro. Los autobuses no son una buena alternativa al tranvía para moverte por el centro, ya que éstos no circulan por aqui, y el metro, si la distancia que vamos a recorrer es larga, si que nos compensa, sino no.

El tranvía en Praga se compone de un número bastante elevado de líneas diurnas que operan de 4:30 de la mañana a 0:00 de la noche, y de 9 líneas nocturnas (del 51 al 59) que prestan servicio de las 0:00 de la noche a las 4:30 de la mañana. Por tanto en Praga nunca te quedarás tirado porque se haya acabado el servicio de transporte público.
El servicio diurno tiene una frecuencia bastante buena, dependiendo las líneas claro, pero por lo general no vas a tener que esperar más de diez minutos a que llegue tu tranvía. El nocturno tampoco está nada mal, la frecuencia es de media hora y todos paran en la parada de Lazarská (a unos 10 minutos andando de la plaza del reloj si no te pierdes por las encrucijadas calles de Praga).
El billete sencillo a mi me costaba 26 CZK (alrededor de 1 €) pero porque yo tenía que desplazarme desde las afueras de la ciudad, aunque lo más seguro, es que haya billetes más baratos que vayan por zonas. Después, otra buena opción (yo creo que la más acertada si vas a tener que coger varias veces el transporte público), es cogerte un billete diario que cuesta 100 CZK (no llega a 4 €) y que en cuanto lo validas, ya te puedes subir y bajar todas las veces que quieras en el transporte público de Praga durante un día entero.
Si te vas a tirar una temporada no muy larga en Praga, hay también billetes válidos para tres días que cuestan 330 CZK, pero con el que los niños menores de 15 años entran gratis y billetes de cinco días por 500 CZK con la misma ventaja que el de tres días. Los niños menores de 6 años no pagan nunca.
A mi, este tipo de billetes no me sale muy rentable ya que no suelo viajar con niños (de momento, jeje).

Y ahora una cosilla curiosa que nos pasó la primera vez que estuvimos en esta ciudad. Era de noche y no teníamos billete alguno porque se nos alargó un poco la cosa y sólo habíamos comprado un sencillo para ir al centro por la mañana. En la parada de Lazarská no hay máquina para comprarlo y la parada de metro que hay cerca ya estaba cerrada, por lo que la única opción creo que era comprarselo al conductor, cosa que no hicimos. Viendo que todo el mundo se subía sin picar el billete, nosotros los imitamos. Ese día tuvimos suerte de que no pasase nadie revisando pero al parecer si que hay revisores nocturnos y conviene llevar el billete.
Nuestra parada era la última de la línea por lo que pudimos dormir de camino a casa sin preocuparnos de que nos pasásemos de parada, y con la certeza de que al final del trayecto el conductor nos iba a despertar pegando gritos o dando golpes en las máquinas de validar los billetes.

Plano del tranvía de Praga de día con las líneas de metro más gruesas

Plano del servicio nocturno del tranvía de Praga con líneas de autobuses nocturnos

lunes, 12 de abril de 2010

Hostel Vegas

Bratislava, como ya dije en otra entrada, no es una ciudad que tenga muchas cosas que ver. Pero lo bueno de esta ciudad es la cercanía a otras capitales europeas. El alojamiento aqui es barato, por lo que si la idea de tu viaje es moverte por varios sitios, es buena opción para tenerla en cuenta a la hora de distribuir las noches de alojamiento y que, por tanto, te salga más barato el viaje.
Yo cuando estuve aqui, decidí quedarme dos noches. Llegué por la noche y un poco cansada, el día siguiente lo pasé visitando la ciudad y al tercer día me fui temprano para Praga.

El hostel en el que me alojé era el Vegas, situado en la calle Obchodna, 48 (una calle muy céntrica, con muchas tiendas y por la que pasa el tranvía). En unos cinco minutos andando llegabas a la parte vieja de la ciudad. Este hostel no tenía unas zonas comunes muy amplias pero las habitaciones eran enormes. Abierto en Noviembre de 2008, conserva todas las instalaciones en muy buen estado, los baños están bastante bien.
El desayuno venía incluido pero no era gran cosa, creo recordar.
A mi lo que más me gustó de este sitio es que, si bajabas hasta la calle, tenías justo debajo del hostel un bar al cual, para acceder, tenías que seguir bajando. La cerveza aqui era super barata y tenía unas mesitas en las que se estaba de lujo. La música tampoco estaba nada mal.

Edificio en el que está ubicado el hostel

Habitación del Vegas

Bar en la parte de abajo del hostel

martes, 6 de abril de 2010

Bar Rouge

El Bar Rouge es, como su nombre indica, un bar decorado de color rojo. Hasta aquí no tiene nada de especial, pero este bar es uno de los más altos de Europa, y cuando digo más alto es porque está situado en la última planta del edicifico más alto de Basilea (planta 31).
Cuando empieza a anochecer, este bar abre sus puertas para que la gente del lugar pueda apreciar su ciudad como si fuera de juguete. Basilea no es que tenga muchos edificios altos (de echo yo sólo vi éste), y para uno que tienen lo han acondicionado para que pases un tiempo de relax después de un duro día en el trabajo, o en nuestro caso, de turismo por la ciudad.
Los precios no son los más baratos, pero la cerveza tampoco es excesivamente cara y las vistas de toda la ciudad bien lo merecen.
Se encuentra situado en una plaza llamada Messeplatz, en el edificio Messeturm, planta 31. El edificio lo reconocereis fácilmente.
Como curiosidad de este bar estan los baños, situados un nivel por debajo del bar, es decir, en la planta 30. El inodoro está situado de cara a la ventana, la cual abarca todo lo que correspondería a la pared. Por tanto tu te puedes sentar ahí tan tranquilamente a hacer tus necesidades mientras contemplas la ciudad toda iluminada. Os dejo unas fotillos.

Interior del bar

Zona de barra

Baño con las vistas de fondo
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