martes, 16 de noviembre de 2010

Roma: ciudad del caos en Europa

Acabo de volver de Roma y una de las cosas que más me han llamado la atención ha sido el caos que se da en esta ciudad. Todavía no sé como he conseguido volver entera a casa después de pasarme unos días en la capital italiana.
Os preguntareis cómo es posible que lo que más me haya llamado la atención de una ciudad plagada de monumentos que cuentan la historia de una civilización tan importante en todo el Mediterráneo durante una época tan larga sea lo caótica que se presenta a sus visitantes. Pues bien, os comentaré el por qué.

Lo primero es porque, yo que soy peatón allá donde voy de vacaciones, pienso que es muy peligroso el transitar por las calles de Roma ya que los coches y motos que invaden las vías no tienen nada de consideración con los peatones, y el cruzar las calles supone un riesgo para la integridad física bastante notable. Los pasos de peatones pintados en las calzadas son de chiste ya que la función que tienen parece que los conductores no la conocen. Yo he llegado a estar parada delante de uno hasta 2 minutos sin que ningún coche se parase para permitir que yo pasase y, o te tiras jugándotela o te puedes tirar ahí parada todo el día. Esto es una cosa que observas en cuanto llegas a esta ciudad y ves cómo los italianos se lanzan a cruzar sin que los conductores hayan parado del todo sus vehículos haciendo así que se paren pero corriendo el riesgo de que alguno no lo haga.
Pero bueno lo de los pasos de peatones puede pasar porque conductores que no los respetan hay en todos los sitios, pero eso de estar cruzando con tu semáforo en verde y verte rodeada por coches y motos que han salido de otra calle y que les da igual que el semáforo le esté dando prioridad al peatón, eso ya si que no lo veo normal.

La otra cosa que me hace pensar que esta ciudad es un caos es la cantidad de turistas que se pueden juntar en las zonas donde hay monumentos importantes. Nunca había visto en ninguna de las ciudades europeas que he visitado anteriormente una cantidad de turistas tan grande.
A mi me habían aconsejado evitar para la visita a Roma los meses de verano entendiendo por éstos los meses de Julio y Agosto pudiendo añadir también en esta lista Junio y Septiembre por su cercanía a los meses fuertes, pero en ningún momento me habían dicho nada de que en Noviembre se llenase tanto la ciudad. Era increible las colas para entrar en sitios como el Coliseo o la Basílica de San Pedro pero también era una pasada lo abarrotadas que estaban todas las calles y plazas del centro de la ciudad independientemente de si había algún monumento importante cerca o no.
Como he tenido suerte respecto al clima (casi todo el día me lo he pasado en manga corta), los restaurantes con terraza, los bancos de parques, las fuentes que tenían escalones en la base, todo, absolutamente todo, estaba lleno de gente descansando, comiendose un helado o una buena porción de pizza.

Turistas intentando sacarse una foto y tirar las moneditas en la Fontana di Trevi

Aun así y después de presentaros esta ciudad como la más caótica de todas las que he visitado en Europa, creo que me ha encantado y que seguramente vuelva algún día para disfrutar de esa pasta, de un paseo por el Trastevere o de una visita a alguno de sus monumentos. Eso sí, intentaré seguir evitando los meses del verano porque si ahora había mucha gente, no me quiero imaginar lo que será en esos meses.

2 comentarios:

  1. Mi ciudad!!!!madre mia, como podrá gustarme tanto!! es cierto que el turismo es totalmente masivo, pero encuentras rincones tranquilos...pocos, pero los hay. Ya sabes que si vuelves te preparo lo que te haga falta!

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  2. Roma es unos de los destinos que tengo planeado en mi viaje a Europa

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