Como la construcción del puente se alargó tanto en el tiempo, el dinero necerasio para terminarlo se fue acabando y para conseguir más decidieron cobrar un peaje a la gente que pasase por él.
El puente comunica la Ciudad Vieja con el barrio de Malá Strana. Tiene una longitud de algo más de 500 metros y un ancho de casi 10 metros, gracias a este ancho podían pasar 4 carruajes a la vez, que sería como decir en un puente nuevo que tiene cuatro carriles. El puente se encuentra apoyado en 16 arcos y una de sus curiosidades son las torres que encontramos en sus extremos.
En el lado de la Ciudad Vieja hay una que es una pasada, es de estilo gótico. Llaman la atención las estatuas blancas que tiene colocadas en la fachada que resaltan bastante sobre la piedra practicamente negra. Por el lado de Malá Strana hay dos torres, una de ellas pertenecía al antiguo puente de Judith.
Torre de la Ciudad Vieja
Una de las torres y el arco de entrada por el lado de Malá Strana
Hay bastantes curiosidades dentro de la historia del Puente de Carlos IV, una de ellas es la fecha que se eligió para empezar a construirlo, se dice que se decidió empezar con las obras en el año 1357, el día 9 del mes 7 a las 5:31. Esta fecha fue elegida porque al unir los números sale una serie de números impares capicúa 135797531 que al parecer gustó bastante al rey Carlos IV.
Otra curiosidad es la elección de huevos para dar consistencia al mortero que debía fijar las piedras de la construcción. Al parecer esto se ha comprobado con análisis que han dado positivo.
Como viene siendo habitual en algunos monumentos de muchas ciudades, aquí, en el Puente de Carlos IV, también hay un sitio donde pedir deseos, es el lugar desde donde se arrojó a Juan Nepomuceno al río Moldava marcado con una cruz arzobispal colocada en la parte superior del muro, en lo que sería la barandilla. Se dice que para pedir el deseo hay que poner los dedos en las cinco estrellas que contiene la cruz y pedir el deseo.
De forma errónea, o no, los turistas tocan también los relieves que hay en la base de la escultura del santo, por un lado tocan el relieve de la representación de cuando tiraron al santo para obtener buena suerte y por otro lado tocan otro relieve que contiene un perro para pedir un deseo.
El puente durante el día es un lugar lleno de vida en el que los puestos de artesanos y artistas se mezclan con turistas y bandas de música. Por todos los lados hay gente queriéndose echar fotos en todas las estatuas o con las vistas que podemos obtener desde el puente de la zona del castillo.
Si quieres visitar el puente tranquilamente sin tener que aguantar las aglomeraciones que se montan, las mejores horas son las del amanecer o durante la noche. A mi especialmente me gustaba bastante cruzarlo durante la noche porque es cuando se puede contemplar la zona del castillo iluminada.
que ganas tengo de ir a Praga!! a ver cuando puedo escaparme y ver todo esto que nos cuentas!
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