Cuando empecé a planear mi visita relámpago de dos días y medio a Roma, no pensé que me pudiese dar tiempo a visitar un lugar del que ni siquiera había oído hablar y en el que los turistas fotografiando todo se pudiesen contar con los dedos de las manos. Y es que el cementerio Campo Cestio, o también conocido como cementerio acatólico, protestante, de los poetas o de los ingleses (será por nombres), es un lugar en el que poder evadirte del caos existente en las calles de Roma y del bullicio que encontramos en sus lugares emblemáticos abarrotados de turistas de todas las nacionalidades.
A nadie, a no ser que sea un amante de los cementerios, se le pasa por la cabeza el poder visitar esta necrópolis en una ciudad que ofrece tanta iglesia y tanto resto arqueológico, en definitiva, tanto arte. Pero yo, que no sabía que hacer ya en mi último día en Roma, y que no me apetecía seguir viendo iglesias, decidí preguntar a las personas que trabajaban en mi hostel sobre el cementerio más bonito que hubiese en la ciudad y aquí es dónde me mandaron después de mirarme con cara rara.
El cementerio Campo Cestio, está situado junto a la pirámide construida en honor a Caius Cestius en el siglo I a.C. Esta pirámide forma parte del muro que rodea a todo el cementerio y es que, los rechazados por la iglesia católica, tuvieron que buscarse las mañas de proteger su territorio por miedo a posibles ataques vandálicos a manos de los fanáticos católicos los cuales no veían con buenos ojos el dedicar un lugar para enterrar a gente que no simpatizara con el catolicismo tan radical de Roma. Hoy en día no creo que estos echos se llevasen a cabo y es que, aunque el cementerio lleva operativo desde el siglo XVIII, la gente ha cambiado mucho en este corto período de tiempo.
Hay un dato curioso sobre la ubicación de la necrópolis y es que fue ubicado justo fuera de las murallas que protegían la ciudad para que los allí enterrados no descansasen en suelo cristiano.
La parada de metro ubicada cerca de él es la llamada Pirámide la cual pertenece a la línea B.
De este cementerio llaman la atención muchas cosas. Una de ellas es que esté tan bien conservado y cuidado. Esto se debe principalmente a que es un cementerio privado el cual pertenece a una asociación que se encarga de todo el mantenimiento. Este cementerio admite donativos sin los cuales no podría presentarse así de radiante a sus visitantes.
Otro dato curioso es que en él podemos encontrar tumbas de distintas nacionalidades. Las más numerosas son las de personas inglesas y alemanas, pero no son las únicas, hay también tumbas de japoneses, americanos, rusos y hasta la de una española. Este cementerio se puede decir que seguramente es de los más internacionales que existan en el mundo.
Para terminar os diré que en este cementerio hay enterradas personalidades de la literatura, como los poetas británicos John Keats y Percy Shelley, de la pintura, como los pintores rusos Karl Briullov y Alexander Ivanov y hasta el único hijo de Goethe que por sí mismo no creo que fuese muy famoso por lo que hizo pero que nombrando a su padre alcanza un mayor protagonismo.
Ahora os voy a dejar una pequeña muestra de lo que vais a poder encontraros en este cementerio. Quizás estas fueron algunas de las sepulturas que más me gustaron a mi.
Me encantan los cementerios (que mal suena eso) y los lugares practicamente desconocidos.
ResponderEliminarMe apunto este para cuando vaya a Roma que todavía la tengo pendiente.
Un saludo
Hola visite tu blog http://kaskerodeviaje.blogspot.com y me resulto muy agradable,muy bellos los lugares que visitas ademas que los describes muy bien en tus artículos, me encantaría que intercambiáramos links con una red de blogs que administro y de esta manera ayudarnos mutuamente a difundir nuestras páginas.
ResponderEliminarespero tu gentil respuesta.
muchos saludos
Rocio del Pilar
rocioreyna10@gmail.com