Aveiro

Aveiro es una ciudad portuguesa que no es muy conocida fuera de sus fronteras. Situada entre las ciudades de Coimbra y Porto, ofrece una buena alternativa para conocer otra zona que puede estar de paso para los que decidan pasar sus vacaciones en este país.
Es conocida como la Venecia portuguesa porque está atravesada por algún que otro canal aunque a mi esto me desilusionó bastante ya que yo me esperaba bastantes más canales. También es verdad que tampoco anduve demasiado por otra zona que no fuese el centro por lo que esta afirmación puede ser equívoca.

Aveiro es una ciudad de pescadores en la que, gracias a su proximidad con la costa, muchas de las cosas a destacar están relacionadas con este gremio. Lo más típico para hacer en Aveiro son los paseos por los canales en unas barcas de colorines bastante llamativas llamadas moliceiros que dan mucha vida a las fotografías que seguro haréis si visitáis esta ciudad.
La zona por excelencia a visitar es el Barrio de Beira Mar que es el casco antiguo que diríamos nosotros. Aquí lo que más llama la atención son las callejuelas estrechas formadas por casas antiguas en las que podemos observar en alguna fachada los azulejos que tanta fama le han dado a Portugal. Cuando caminas por estas calles, la sensación que te van transmitiendo es de abandono absoluto ya que la conservación de dicho barrio deja demasiado que desear aunque yo creo que esto es algo muy común en este país y es una de las cosas que lo definen y le otorgan ese aire tan lejano en el tiempo que atrapa a tantos visitantes.

Yo también destacaría de Aveiro su gastronomía la cual se basa principalmente en platos elaborados con marisco y pescado que son una delicia y cuyos precios son bastante asequibles para todos los bolsillos así como sus ovos moles (huevos blandos) que son unos dulces parecidos a las yemas de Santa Teresa de Ávila.

Su ambiente nocturno, aunque no llega a ser lo que en España, no está nada mal y encima está congregado en la Praça do Peixe, en el mismo centro del Barrio de Beira, por lo que si sois de los que os gusta tomaros alguna copa antes de ir a dormir, no os vais a quedar con las ganas en esta ciudad.

 

Y ahora ya sólo me queda hablar de las playas de Aveiro. Aunque yo cuando fui no me bañé en ellas ya que era Abril y el agua del Atlántico debía estar bastante fría, nos habían aconsejado el visitarlas por un par de motivos.

La primera a la que fuimos fue la Praia da Barra la cual está situada a unos 10 km del centro de la ciudad. Esta playa es de obligada visita porque en ella es donde se sitúa el tercer faro más alto del mundo. Además, esta zona en verano tiene que tener bastante animación porque hay bloques de apartamentos que imagino se llenarán para la temporada estival.

La segunda playa es la conocida como Costa Nova y esta si que me sorprendió muy gratamente. Está situada muy cerca de Praia da Barra, a tan sólo un par de kilómetros, y lo que llama la atención de ella no es cómo era exactamente la playa, la cual ni pisé, sino las casitas erigidas cerca de ella llamadas palheiros.

Eran las típicas casas de playa que siempre has creído que sólo existían en los dibujos animados pero que esta vez estaban ahí, justo delante de nosotros. Todas eran de madera pintadas a rayas y cada una tenía un color muy vivo y distinto a la de al lado.

Es muy recomendable el paseo por enfrente de ellas viéndolas porque os puedo asegurar que sorprenden bastante.