Grand Place de Bruselas

No puede existir una ciudad en el mundo que no tenga una plaza que la identifica y en la que sus habitantes se reúnan a festejar. En Bruselas, es fácil elegir qué plaza desempeña esta función y es que, por la arquitectura de los edificios que la rodean, por su situación dentro de la ciudad y por la gente que cada día pasa por ella, la Grand Place ha llegado a ser considerada por algunos como una de las plazas más bonitas y acojedoras del mundo. Esta afirmación no es por decir algo que quede bien, sólo tenéis que entrar a ella por alguna de sus calles aledañas para experimentar la sensación que esta plaza lleva causando a sus visitantes desde hace unos cuantos siglos.

Para el turista que llega a esta ciudad, el empezar a recorrerla desde este sitio es casi obligatorio ya que es aquí donde encontramos una de las oficinas de turismo donde poder conseguir algún mapa e información sobre transportes y lugares que visitar en Bruselas.

Y ahora os preguntareis qué tendrá esta plaza para que la definan algunos como la más bonita del mundo, pues bien, os diré unos cuantos motivos.

El primero es el edificio en el que se encuentra el Ayuntamiento de Bruselas. Construido en el siglo XV, es el único que se libró de los bombardeos que sufrió la plaza en el 1695 a manos de los franceses.

Es un edificio curioso porque no es simétrico ya que si lo miras de frente podrás observar que no hay el mismo número de arcos a ambos lados de la torre central. Debido a este detalle se dice que su arquitecto se suicidó al darse cuenta del error aunque lo más probable es que sea una leyenda urbana.

La torre es de estilo gótico y es el punto más elevado de la plaza alcanzando los 96 m de altura.

El segundo edificio en importancia es el llamado Casa del Rey el cual ha tenido una variedad de usos bastante peculiares. Empezó siendo un edificio de madera donde se vendía pan, de ahí que los belgas lo conozcan como Broodhuis o casa del pan. Después paso a ser un edificio donde la nobleza recaudaba impuestos por lo que pasó a ser conocido como Casa del Rey.

Hoy en día acoge el Museo de la Ciudad de Bruselas el cual contiene una colección de Manneken pis de lo más original en la que las distintas estatuillas del niño agarrándose la cola aparecen vestidas con trajes típicos de multitud de países que han sido regalados por éstos a la ciudad belga.

Este edificio no tuvo la misma suerte que el Ayuntamiento en los bombardeos de 1695 y tuvo que ser reconstruido.

Creo que no es necesario decir que estos dos edificios, aunque son los más impactantes, no se encuentran solos en la Grand Place. Están flanqueados por edificios que pertenecían a los distintos gremios instalados en la ciudad de Bruselas. Éstos competían entre sí para ver quien tenía el edificio más bonito y hoy en día en alguno de ellos podemos encontrar algún museo curioso como el del chocolate o el de la cerveza.

Éste último está situado en el sótano de uno de los edificios y como anécdota decir que después de hacer la ruta por el museo, te invitaban a una cerveza la cual a mi me sirvieron tostada. Yo, que en esa época no bebía otra que no fuese rubia y floja, me quejé un poco pero en español sin tener en cuenta que el hombre que me la estaba sirviendo era un andaluz que llevaba unos cuarenta años viviendo en Bélgica. Sin ningún problema me la cambió por una más suave.

Hay una festividad que realizan en esta plaza pero que yo no pude disfrutar ya que se da cada dos años en el mes de Agosto (yo fui en Marzo) y es que adornan la plaza con una alfombra de flores que casi la cubre al completo. Si estáis pensando en visitar Bruselas en este mes informaros de si la van a poner o no.