martes, 11 de mayo de 2010

Palacio de Schönbrunn

El Palacio de Schönbrunn es un palacio situado en lo que en su día eran las afueras de Viena. Cogiendo la línea U4 del metro y bajándote en la parada que lleva su nombre, habrás llegado a una de las atracciones turísticas por excelencia de esta ciudad. Yo la llamaba la casita de verano de Sisí, pero antes de que ella se alojase en él, por sus pasillos pasaron otros personajes de la historia de Austria.
El que empezó en 1559 con la idea de la construcción del palacio fue Maximiliano II, que quería un palacete para cuando fuese de caza. Pero no sería hasta la llegada de Maria Teresa (mediados del siglo XVIII) cuando el palacio adquiriría todo el esplendor que hoy día podemos apreciar, convirtiéndolo así, en la residencia de verano de los Habsburgo.

Parte posterior del Palacio de Schönbrunn con los jardines por delante

A la hora de comprar las entradas tienes que pensar el tiempo que quieres dedicar para la visita del Palacio y los alrededores. Ahora os voy a poner todos los tipos que hay con las distintas cosas que engloban.
- Imperial Tour: con esta entrada podreis visitar las 22 salas en las que se llevaba a cabo la vida dentro del palacio, el precio para los adultos es de 9,50 € y para los niños es de 6,50 €.
- Grand Tour: esta entrada es algo más cara, sale por 12,90 € los adultos y 8,90 € los niños, pero puedes ver las 40 salas del palacio, añadiendo a las anteriores las más suntuosas.
-Cassic Pass: con este pase podrás ver el palacio, el Jardín del Príncipe Heredero, la Glorieta, el Laberinto y el Apfelstrudel-Show (demostración de panificación y repostería). El precio de éste es de 17,90 € los adultos y de 10,90 € los niños.
- Classic Pass Light: igual que el anterior pero sin el Apfelstrudel-Show. Los precios bajan tambien, la entrada de adultos sale por 14,90 € y la de niños por 9,50 €.
-Gold Pass: este pase ya es con el que puedes ver todo lo que hay en el recinto del Palacio de Schönbrunn. Cuesta 36 € para los adultos y 18 € para los niños. Con este pase puedes ver, a parte de todo lo del Classic Pass, el Jardín Zoológico, la Casa del Desierto, la Casa de las Palmeras y el Museo de carrozas.
Todos los precios son de 2009, puede que cuando vayais hayan aumentado algo.

El horario del recinto es bastante amplio ya que abre todos los días a las 8:30, y dependiendo la época del año que sea, cierra a las 16:30 en invierno y a las 18:00 en verano. De todas formas es conveniente que a vuestra llegada, os informeis por si acaso alguno de los otros sitios que se pueden visitar tienen horarios distintos al del palacio.

En la decoración interior del palacio, lo que destaca es el estilo rococó austriaco, aunque hay varias salas que nada tienen que ver con este estilo ya que, por ejemplo, podemos encontrar varias decoradas con motivos orientales.
A mi una de las cosas que más me llamó la atención eran unas piezas de cerámica enormes que te ibas encontrando por todas las habitaciones y que, hasta que en la audioguía no dijeron que eran, yo estuve comiendome la cabeza por descubrir qué es lo que podían significar. Para sorpresa de todos, este palacio es uno de los pioneros en tener algunas de las cosas que hoy en día nos parecen imprescindibles para vivir, y esas piezas eran la calefacción, si, habeis entendido bien, en este palacio, en casi todas las estancias, podían disfrutar ya en esa época de calefacción. Pero aparte de la calefacción, tenían luz eléctrica e inodoros en las habitaciones (separados de la estancia claro), algo totalmente impensable en palacios de otras ciudades.

Salón de Baile del Palacio de Schönbrunn

Una vez que ya habeis visitado el palacio, quedan por visitar los jardines, los cuales no tienen nada que envidiar a los de Varsailles (estos dos lugares son comparados por mucha gente por su elegancia y magnitud) y encima son gratis (exceptuando la parte de los Jardines del Principe Heredero).
En estos jardines, lo que más destaca es la Glorieta, un edificio construido en lo alto de la colina y desde el cual vas a poder captar toda la magnitud del recinto, y tener una vista muy buena del Palacio con la ciudad de Viena al fondo. En estos jardines es cuando ya puedes sacar el almuerzo y empezar a recuperar fuerzas sentado en alguno de los bancos a la sombra que puedes encontrar mires por donde mires.
Dentro de estos jardines también hay un zoológico muy conocido por ser de los más antiguos del mundo y realizar una labor ejemplar a la hora de conservar especies en peligro de extinción; un Laberinto, al cual me quedé con unas ganas locas de pasar porque debía ser como los de las películas con sus setos altísimos; un jardín japonés, pequeñito, que no pintaba mucho, pero que ahí estaba; y por último, así destacable, un invernadero llamado "Casa de las Palmeras", construido a base de hierro y vídrio que a mi me pareció espectacular, uno de los más bonitos que he visto nunca y que en un principio no te llama mucho la atención por ser de color verde y estar rodeado de árboles. Eso sí, en cuanto llegabas a él, contemplas una imagen tan chula que es difícil de borrar de la mente.

Glorieta

Casa de las Palmeras

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