Budapest, la capital de Hungría, aparece como resultado de la unificación de las ciudades de Buda y Pest en el año 1873. Ambas ciudades se encontraban separadas por el río Danubio por lo que la construcción de puentes para lograr una unión real entre ambas era un problema que había que solucionar. En invirno no había mucho problema porque en la superficie del río se formaba una capa de hielo que permitía que la gente lo atravesara, el problema llegaba cuando esta capa se derretía y era imposible cruzarlo a no ser que se pagase a un navegante por ello.
Son varios los puentes que cruzan el Danubio en esta ciudad pero yo hoy sólo me voy a centrar en los que a mi me parecieron más llamativos para el turista por su diseño y localización.
El primero y más importante de todos y que representa una de las imágenes más conocidas de la ciudad debido a su iluminación nocturna es el Puente de las Cadenas (Lánchíd). Este puente se inauguró en el año 1849 aunque su construcción ya llevaba rondando en la idea de la gente de Budapest muchos años.
Fue el conde Esteban Széchenyi quien ofreció dinero para su construcción después de tener que esperar una semana en el lado de Pest para encontrar algún navegante que se atreviese a cruzarle entre las placas de hielo al lado de Buda.
El Puente de las Cadenas es un puente colgante apoyado sobre dos pilas fabricadas en piedra y en el que supuestamente se han sustituido los típicos cables por eslabones rígidos de una cadena (yo no vi eslabones por ningún lado), de ahí el nombre.
Este puente es el que el turista va a cruzar si quiere llegar del Parlamento Húngaro situado en Pest hasta la zona del Castillo ubicada en Buda.
Como anécdota de este puente cabe destacar que fue dinamitado por los alemanes en la Segunda Guerra Mundial y que el que hoy encontramos se inahuguró exactamente un siglo después que su antecesor del que alguna cosa si se pudo utilizar para la reconstrucción.
El siguiente puente que nos encontramos según vamos bajando por la orilla del Danubio es el Puente de Elizabeth (Erzsébet híd). Este puente se construyó a principios del siglo XX, pero como el anterior puente, fue destruido en la Segunda Guerra Mundial.
Lo que le diferencia del anterior es que su diseño fue modificado completamente y hoy en día podemos apreciar un puente colgante sobre dos pilas blancas que sorprenden por su sencillez.
Este puente desemboca en el lado de Buda justo a los pies de la estatua de San Gellert que se encuentra situada en la empinada ladera del Monte Gellert.
Y el último puente del que os quiero contar algo es el Puente de la Libertad (Szabadsag Híd) que está situado a continuación del Puente de Elizabeth y que data de finales del siglo XIX.
Éste es el que a mi más me gustó por su diseño. Está construido totalmente en hierro fundido y pintado de color verde. En la zona de las pilas podemos ver algunos escudos y unos pájaros llamados tural que descansan en la parte más alta y que son unos legendarios pájaros húngaros.
Lo cruzaremos si tenemos intención de conocer el famoso hotel Gellert y sus igualmente conocidas termas en Buda. Por la parte de Pest nos encontramos el edificio que encierra el mercado.
Este puente, al igual que todos los de Budapest, fue destruido en la Segunda Guerra Mundial.
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