Sótano con la zona de la televisión y la lavandería
La zona de la recepción es una pasada, es una sala super grande con muchas mesas en las que la gente se sacaba los portátiles y se conectaba a internet de forma gratuita, en esta zona es también donde desayuna la gente junto con la zona de patio. El desayuno era gratuito pero no recuerdo muy bien si era bueno o malo ya que yo esa noche no había dormido mucho y me lo comí medio dormida. Una cosa que no me gustó mucho es que mientras limpian las habitaciones no se puede pasar a ellas y a nosotros nos pilló por sorpresa y nos tuvimos que quedar en la recepción un par de horas esperando a que nos dejasen subir.
Sala de la recepción y del acceso a internet
Respecto a las habitaciones, decir que son muy amplias pero que no tienen taquillas. La ropa de cama, como en todos los hostels, es gratis y una anécdota de la habitación que nos tocó a nosotros es que a escasos metros de la ventana teníamos unas vías de ferrocarril por las que pasaban los trenes desde muy temprano. También decir que durante la noche no pasa ninguno por lo que las horas de sueño están más o menos respetadas.
Todas las habitaciones son con baño compartido y van desde la privada individual por 42 - 47 € dependiendo de si es fin de semana o no, hasta la de 16 camas por 12 €. Podemos elegir habitación también por sexos ya que este hostel nos ofrece habitaciones mixtas, exclusivamente de chicos y sólo de chicas.
El hostel se encuentra en Frenchmans Lane, muy cerca de la estación de tren de Connolly y de la estación de autobús de Busaras que es donde llegarás si vienes en autobús desde el aeropuerto de Dublín. Por ello este hostel es muy recomendable para gente que viaje con un equipaje muy pesado. El centro de Dublín se encuentra a unos 10 minutos andando por lo que el ir hasta el centro de la ciudad se puede hacer andando sin ningún problema.
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