Esta entrada es la primera que escribo sobre el país más pequeño del mundo y que tiene como característica a destacar que es el territorio independiente más urbanizado del planeta.
Una de las joyas que podemos encontrar en él son los Museos Vaticanos que son un conjunto de museos que se fueron creando por los distintos Papas para albergar una de las colecciones de arte más importantes del mundo y que pertenece a la Iglesia Católica pero que por suerte para nosotros, podemos visitar todos.
Lo primero que os quiero contar sobre ellos es la información que necesitáis saber para no perder demasiado tiempo en la entrada. Mi consejo es que los visitéis lo primero para no tener que esperar colas interminables o sufrir las aglomeraciones en las salas que crean mayor interés entre los turistas. Para ir hasta la entrada no es necesario entrar en el Vaticano. La puerta de acceso se encuentra justo enfrente del 102 de la Viale Vaticano y podremos observar dos filas, una para grupos y otra para público en general.
Una vez que sobrepasas la puerta, no te entretengas en ver las cosas que hay en la entrada, continúa andando hasta las taquillas para conseguir entrar cuanto antes y poder disfrutar el mayor tiempo posible de los museos sin mucha gente. El precio de la entrada es un pelín abusivo pero creo que merece la pena por alguna de las obras que encontramos dentro. Será de 15 € para los adultos teniendo una oferta que deja la entrada en 8 € para estudiantes.
Es importante también saber los horarios. Los Museos Vaticanos abren de lunes a sábado de 9 de la mañana a 6 de la tarde siendo el último pase a las 4 de la tarde.
Salida Museos Vaticanos en Viale Vaticano
Es muy difícil describir todo lo que os podéis encontrar en ellos, pero intentaré destacaros simplemente lo que recuerdo echándole un vistazo a mis fotos y notas.
Empezaré por el principio. Los Museos Vaticanos comienzan como una colección privada de escultura del Papa Julio II allá por el año 1500. Entre estas esculturas, situadas en el patio del Palacio Belvedere, encontramos el conjunto escultórico del Laoconte. Pero este era sólo el principio de lo que hoy en día es uno de los museos más grande del mundo con piezas de épocas y culturas bastante dispares.
El primero que recuerdo con gran exactitud es el que se considera también como primer museo dentro de los Museos Vaticanos, el Pío - Clementino, dedicado a la escultura griega y romana y al que pertenecen las obras que encontramos en el patio del Palacio Belvedere. Muy parecido en contenidos sería el Museo Chiaramonti formado por 3 salas más de una belleza increíble.
Una de las salas del Museo Chiaramonti
A continuación destacaría el Museo Etrusco, el Museo Egipcio, el Museo Misionero Etnológico y el Museo Profano. Y digo que los destacaría porque en cada uno de ellos podemos observar obras de muy distintos tipos siendo el arte egipcio el que más me llamó la atención a mi, aunque no quiero desprestigiar a los otros 3.
Pero aquí no acabaría la cosa. A estos museos se le añadirían algunas de las colecciones más importantes de tapices (Galería de los Tapices), otra sala llamada la de las Cartas Geográficas que puede que sea una de las que más me gustó, las Estancias de Rafael las cuales están pintadas hasta el último rincón y que representan una de las salas más increíbles que se pueden ver en el interior del Vaticano, y la gran Capilla Sixtina de la cual no hace falta ni hablar ya que es mundialemnte conocida y representa uno de los principales atractivos que ofrece el Vaticano.
Para terminar decir que hay una zona conocida como el museo de Arte Contemporáneo en la que podemos encontrar desde un Dalí (regalo del rey de España al Vaticano) hasta una escultura de Matisse. A mi esta zona me dejó helada porque no me imaginaba que la Iglesia siguiese ampliando sus fondos con obras de artistas que nada tienen que ver con la Iglesia Católica.
Galería de las Cartas Geográficas
Me ha costado un montón el intentar poner en orden un poco lo que os quería contar acerca de los contenidos de estos Museos Vaticanos pero es que el número de ellos es tan elevado y tienen unas temáticas tan dispares, que resulta difícil de explicar claramente.
Creo que lo mejor es que entréis allí y que, con mucha calma, vayáis viendo lo que más os interesan sin llegar a obsesionaros por no poder verlo todo ya que podéis salir muy saturados de arte lo cual sería un desastre teniendo en cuenta que os espera la gran Roma.
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