Cuando ya has llegado a la sexta planta, tienes que salir a un patio interior y subir otro tramo más de escaleras hasta alcanzar la zona de buhardillas que es donde se encuentra el hostel.
Nada más entrar por la puerta lo primero que nos hicieron hacer fue descalzarnos y dejar el calzado en la entrada. No pasa nada, no te lo van a robar, todo el mundo lo dejaba ahí y es una buena idea para que la gente se sienta como en casa. Esto se puede hacer porque es un hostel muy pequeño, creo que sólo tenía tres habitaciones. Las habitaciones eran una pasada, o por lo menos la que me tocó a mi, tenía techos super altos y estaba toda recubierta de madera. El espacio era muy amplio, no como en otros hostels que parece que estas durmiendo con los otros viajeros. Las habitaciones eran mixtas de 4, 6 y 8 personas y el precio era desde 14,5 € a 19 € dependiendo del día en el que te alojes y de la habitación que hayas elegido. Os dejo una fotillo de la habitación que me asignaron.
Las zonas comunes de este hostel tampoco tienen desperdicio, el salón tiene muchos sillones en los que poder sentarte a ver una película en la pedazo tele que tienen, o como cuando fui yo, un partido de fútbol. También tienen juegos tipo scrabble o ajedrez. Los ordenadores también están en esta sala y creo recordar que el acceso a internet era gratuito. En esta zona la gente se relajaba después de un duro día de turismo por la ciudad con sus cervecitas. Por cierto, había una tienda bastante cerca donde poder comprarlas.
La cocina está bastante bien equipada, pero es muy pequeña, con sólo una mesa en la que poder sentarte a comer, además está situada en el pasillo por el que se entra al hostel y no es muy cómodo el estar cocinando con la gente pasando por detrás de ti continuamente. El desayuno no está incluido, pero bueno por el precio de la habitación tampoco se puede pedir más. Lo mejor es que es una ciudad bastante barata y este no va a ser un problema ya que puedes desayunar por poco dinero en cualquier lado.
Los baños parecían los de una casa normal y corriente con la lavadora dentro y todo. En ellos podías encontrar de todo ya que los viajeros se olvidan muchas cosas en estos sitios y allí los iban acumulando. Lo que me pareció a mi es que el número de baños era un poco insuficiente pero yo no tuve problemas para poder utilizarlo.
Pasillo de entrada al hostel con la habitación de los
empleados a la izquierda y la cocina en el medio.
Otro tema importante a la hora de elegir un hostel es la seguridad, o por lo menos para mi es algo importante. Para entrar en éste tenías que meter un código para que se abriese la puerta. El código lo iban cambiando diariamente asique si un día por algún casual lo vais a pasar fuera, preguntarlo antes de salir y que no os pase lo que a nosotros, que nos lo habían cambiado y llegamos un poco tarde por lo que no podíamos entrar y nos tocó llamar al telefonillo para que nos abriesen.
En el tema taquillas dentro de las habitaciones, no recuerdo si había o no porque no es algo que yo suela utilizar cuando voy por ahí. Y las habitaciones me parece que estaban siempre abiertas aunque, como dije al principio de esta entrada, no es algo por lo que preocuparse ya que el ambiente en este hostel es muy familiar.
Pero bueno, eso es conocer sitios. Me anoto tus recomendaciones a ver si algún día puedo hacer lo que tú y me conozco un poco Europa.
ResponderEliminarUn abrazo
Que hostel más bonito :D Me lo apunto para cuando visite Budapest, que espero que sea prontitooooo
ResponderEliminarUn saludo
Mochileo Low Cost